Boletín 73 de la Comunidad de Jóvenes Católicos
Sexualidad: La felicidad no está en el afecto carnal
Autor: Catholic.net | Fuente: Catholic.net
La felicidad no está en el afecto carnal
Autor: Marlene Gillete Ibern
Fuente: Solo para jóvenes
Deseo comenzar este tema sobre la sexualidad y la castidad con una lectura resumida del Evangelio de San Lucas, 24, 13-35, sobre los discípulos de Emaús:
"Iban dos... a... Emaús... y conversaban entre sí... Jesús se acercó y siguió con ellos... Él les dijo: "¿De qué discutís entre vosotros mientras vais andando?" Ellos se pararon con aire entristecido... le dijeron: "Lo de Jesús de Nazaret.... cómo le condenaron a muerte y le crucificaron... Nosotros esperábamos que sería él el que iba a liberar a Israel..." El les dijo: "¿No era necesario que... Cristo padeciera eso y entrara así en su gloria?" Y... les explicó todo lo que había sobre él en... las Escrituras. Al acercarse al pueblo... él hizo ademán de seguir adelante. Pero ellos le forzaron diciéndole ´Quédate con nosotros´... Y entró... Cuando se puso a la mesa con ellos... tomó el pan... pronunció la bendición... Entonces se les abrieron los ojos y le reconocieron pero Él desapareció... Se dijeron: "¿No estaba ardiendo nuestro corazón dentro de nosotros cuando nos hablaba´...?".
Este Evangelio es siempre conmovedor porque Jesús rescata al alma de la confusión sobre la felicidad. Los discípulos judíos cifraban su felicidad en una fácil conquista de la libertad que les negaba el imperio romano. Jesús se les une en su camino diciéndoles que no hay felicidad sin amar la cruz. Jesús les habla con la verdad, y sus corazones estando dispuestos, lo entienden y responden con ardor a esa verdad.
La ilusión y la desilusión son emociones intensas y frecuentes en el joven; y esto en particular sucede en la búsqueda del amor. Empezar a conocer y comprender que el amor, bajo cualquier forma, es servir a los demás, no es lo que hace dolorosa esa experiencia. Tarde o temprano, se sabrá la verdad de que no hay felicidad si no se busca el amor en la cruz, en el sacrificio, y en la entrega de uno mismo.
Lo que hace dolorosa la experiencia del amor es que el mundo moderno nos exige que la felicidad suprema sea encontrada en el afecto carnal. El mundo moderno objeta que se diga que sí es posible el amor sin una relación de afecto carnal con otro ser humano. El mundo moderno tilda entonces de "fracasados en el amor" aquellos que guardan la castidad. Pero, como en Emaús, Jesús nos dice que los que le aman y le siguen, no fracasan nunca; por el contrario, aman con el Amor de Dios, siempre ardiente.
Cuando el amor divino desciende sobre el corazón humano, lo purifica como se purifica el oro en el fuego. O como la madera, el corazón humano, se quema, se oscurece y poco a poco, va penetrando el fuego dentro de la madera hasta que se convierte en antorcha para el fuego(1). Eso es lo que Dios quiere de nosotros, que nos convirtamos en antorcha de su amor, extendiendo su calor a cada persona con que nos encontremos.
La castidad de la laica soltera, bien sea durante su vida o hasta el matrimonio, es precisamente amar al otro ser humano con el amor de Dios; es amar con limpieza de corazón. Con el amor de Dios, no se mira al otro ser humano para tomarle para el placer ni para convertirlo en objeto del placer; se mira al otro para dar y recibir de nuestro propio amor, de nuestra vida, de nuestra persona. Y es grande saber que la castidad no hace imposible la maternidad. Por el contrario, en la transmisión de nuestra personalidad y nuestro servicio hacia el otro ser humano, todas las mujeres se convierten en madres espirituales de muchos. La castidad tampoco significa negar la sexualidad femenina. La castidad hace uso de ella, al poner sus atributos y cualidades propias al servicio del amor auténtico y duradero.
La castidad es ética de respeto por uno mismo y por el otro ser humano. Si bien cada uno de nosotros adoptamos y requerimos una ética de trabajo, de estudio, del deporte, de gobierno, no es menos cierto, y es aún más necesario y profundo, guardar una ética sobre la sexualidad.
Decir que el amor es siempre libre y arriesgado es cierto. Pero decir que el amor sólo será libre y pleno en la expresión carnal desenfrenada es falso. Esto es sofocar el inmenso deseo de amar verdaderamente. Y el amor verdadero es el aliento del alma y la alegría del corazón. Sin ese amor, el alma muere y el corazón se pervierte.
Sabemos que nuestra capacidad de adhesión a la voluntad de Dios es lo que medirá el grado de libertad que hayamos alcanzado(2). Por lo tanto, la obediencia a Dios en la castidad es lo que libera nuestro ser para amar ¡con plenitud!
En la castidad, anclamos nuestro corazón primero al Corazón de Dios, antes que a cualquier corazón humano. De esta manera, andamos seguros de que nuestro corazón no desfallecerá nunca y amaremos mejor al otro. Pero si nuestro corazón depende de otro corazón para poder amar, siempre será un corazón errante o al menos no tendrá paz. También es inevitable comprender que el alma pertenece a Dios, y es sólo a Dios a quien desea tener el alma. Ninguna otra persona puede llenar ese lugar; y si el alma no tiene a Dios, siempre suspirará, o estará inconforme en su vida, por ese Alguien que le faltará.
Dios habla un idioma distinto al del mundo sobre los componentes de la sexualidad humana:
El mundo habla de entrega. Jesús añade: por la cruz.
El mundo habla de la dicha del amor. Jesús añade: siendo perfectos en el amor.
El mundo habla de madurez emocional. Jesús añade: siendo pequeños.
El mundo habla de bienestar personal. Jesús añade: dándolo todo(3).
La castidad es la aventura con Dios de amar a quienes Él nos pone delante en cada circunstancia de nuestra vida. Si nos negamos a practicar la castidad, nunca conoceremos el verdadero amor.
Se dice que San Francisco de Asís, cuando hablaba con alguien, le prestaba tal atención a esa persona, que esa persona era la más importante para él en ese momento. A San Francisco de Asís no se le escapaba la dignidad de esa persona y se maravillaba pensando cuál sería el plan de Dios para ella. ¡Eso es amor humano auténtico!
Si queremos guardar la castidad, en un mundo que considera locura amar con el Amor de Dios(4), es imprescindible la oración. Es decir todas las mañanas: "Mi Señor, hágase tu voluntad de amor en mí". Es caer de rodillas, extender los brazos en forma de cruz, y pedir pureza de corazón para ese día a la Madre del Amor Hermoso, a Ella, que amó mejor que cualquiera otro en la vida, diciendo: "María, Madre Admirable, Inmaculada desde la concepción, ruega por mí".
Esta charla fue presentada en el Primer Congreso Internacional por la Vida y la Familia en Chile, organizado por Vida Humana Internacional y el Movimiento Anónimo por la Vida, agosto de 1994.
___________________
Citas: 1. Adaptación: Ratisborne, Theodore, Abbé: "St. Bernard of Clairvaux"; TAN Books and Publishers, Inc., Illinois, USA, 1991; página 20. 2. Adaptación: Quoist, Michel: "Triunfo"; Tomo 2; Ediciones Estela, España, octubre 1963, décima edición; página 93. 3. Adaptación; Quoist, Michel: "Triunfo"; página 209. 4. Adaptación; Papa Juan Pablo II: "Love and Responsibility"; Ignatius Press, California. USA, 1993; página 143.
DE INTERÉS. El blog en el cual me propongo escribir sobre temas que son de importancia para la vida espiritual. Para ser buenas personas y sentirse reconfortados ante las tribulaciones. Para compartir lo más querido de nosotros: personas, animales, actividades, etc. Como así también es para aquellas expresiones del arte que gratifican el alma.
domingo, 26 de junio de 2011
sábado, 25 de junio de 2011
No sólo recibir la gracia de Dios. Servir con esa gracia
El Evangelio de hoy
+ Reflexión
Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu corazón.
Como María, todo por Jesús y para Jesús.
Pbro. Ernesto María Caro
Mateo 8, 5-17
En aquel tiempo, al entrar Jesús en Cafarnaún se le acercó un oficial romano rogándole: «Señor, tengo en mi casa un criado que está en cama paralítico, y sufre mucho». Él le contestó: «Voy a curarlo». Pero el oficial le replicó: «Señor, yo no soy digno de que entres en mi casa, con que digas una sola palabra mi criado quedará sano. Porque yo también vivo bajo disciplina y tengo soldados a mis órdenes, cuando le digo a uno: ¡Ve!, él se va; al otro: ¡Ven!, y viene; a mi criado: ¡Haz esto!, y lo hace». Al oír aquellas palabras, se admiró Jesús y dijo a los que lo seguían: «Yo les aseguro que en ningún israelita he hallado una fe tan grande. Les aseguro que muchos vendrán de Oriente y de Occidente y se sentarán con Abraham, Isaac y Jacob en el reino de los cielos. En cambio, a los herederos del Reino los echarán fuera, a las tinieblas. Ahí será el llanto y la desesperación». Jesús le dijo al oficial romano: «Vuelve a tu casa y que se te cumpla lo que has creído». Y en aquel momento se curó el criado. Al llegar Jesús a la casa de Pedro, vio a la suegra de éste en cama con fiebre. Entonces la tomó de la mano y desapareció la fiebre; ella se levantó y se puso a servirles. Al atardecer le trajeron muchos endemoniados. Él expulsó a los demonios con su palabra y curó a todos los enfermos. Así se cumplió lo dicho por el profeta Isaías: “El hizo suyas nuestras debilidades y cargó con nuestros dolores”.
+ Reflexión
Un texto muy breve, que la mayoría de las veces nos pasa desapercibido, es el versículo 15 en el que leemos que la suegra de Pedro estaba enferma y, una vez curada, “se levantó y se puso a servirles”. Llama la atención sobre este texto que en la mayoría de los casos recibimos gracias especiales de Dios, incluso, muchas veces, hasta grandes milagros y pruebas de amor de nuestro Señor, y una vez recibidos, los disfrutamos y no hacemos nada más. En este caso la suegra “se levantó a servirles”. Qué mejor manera de agradecer todas y tantas gracias que recibimos de Jesús que sirviéndole. Hoy en día tenemos muchas formas de servirle, especialmente en la Iglesia, sin que esto reste el que descubramos en nuestros hermanos, sobre todo en los que viven con nosotros, la persona de Cristo.
Hay tanto que hacer en la Iglesia, en nuestra parroquia, que tus manos son muy importantes. Jesús decía: “La mies es mucha y los obreros pocos”. Es posible que digas: Pero yo no sé predicar, no conozco bien la Biblia, ¿qué puedo hacer?”. Pues en una parroquia no sólo se necesitan evangelizadores, también urgen, catequistas, auxiliares de la pastoral social, de la pastoral de enfermos, del cuidado de los niños, de la Sacristía, etc. Siempre podremos encontrar en qué “darle una mano” al Señor. Si has recibido alguna gracia especial de Jesús, no sólo te contentes en decirle “gracias”. Busca una manera concreta de servirlo y mostrarle así tu agradecimiento y tu amor.
Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu corazón.
Como María, todo por Jesús y para Jesús.
Pbro. Ernesto María Caro
viernes, 24 de junio de 2011
Cómo atravesar el sufrimiento por enfermedad
Boletín 112 de la Comunidad de Psicólogos Católicos
El sufrimiento se transforma y enaltece cuando se vive cerca de Dios
Autor: Catholic.net | Fuente: Catholic.net
El sufrimiento se transforma y enaltece cuando se vive cerca de Dios, resalta el Papa
Les presentamos el discurso que ofreció el Papa a los enfermos del hospital que fundó Padre Pío en 1956, donde resaltó que el sufrimiento se transforma y enaltece cuando éste es vivido en cercanía a Dios.
Hablando de la enfermedad, el Papa explicó que "se manifiesta en muchas formas y golpea de maneras diferentes, suscita preguntas inquietantes:
¿por qué sufrimos?
¿Puede considerarse positiva la experiencia del dolor?
¿Quién nos puede liberar del sufrimiento y de la muerte?
Interrogantes existenciales, que la mayoría de las veces no encuentran una respuesta humana, dado que el sufrimiento constituye un enigma inescrutable para la razón.
Tras resaltar que "el sufrimiento forma parte del misterio mismo de la persona humana", el Santo Padre observó que "ciertamente debemos hacer todo lo posible para que disminuya el sufrimiento, pero eliminarlo del mundo por completo no está en nuestras manos, simplemente porque (...) ninguno de nosotros es capaz de eliminar el poder del mal, (...) fuente continua de sufrimiento".
"El único que puede eliminar el poder del mal es Dios", aseguró. "Precisamente por el hecho de que Jesús vino al mundo para revelarnos el designio divino de nuestra salvación, la fe nos ayuda a penetrar en el sentido de todo lo humano y por tanto también del sufrimiento. Existe por tanto, una íntima relación entre la Cruz de Jesús, símbolo del dolor supremo y precio de nuestra verdadera libertad, y nuestro dolor, que se transforma y se enaltece cuando se vive con la conciencia de la cercanía y de la solidaridad de Dios".
El Pontífice señaló que el "Padre Pío intuyó esta profunda verdad cuando dijo que, en él, ´quien sufre debe vivir el amor de Dios por medio de la sabia aceptación de sus dolores, de la serena meditación de su destino".
El sufrimiento se transforma y enaltece cuando se vive cerca de Dios
Autor: Catholic.net | Fuente: Catholic.net
El sufrimiento se transforma y enaltece cuando se vive cerca de Dios, resalta el Papa
Les presentamos el discurso que ofreció el Papa a los enfermos del hospital que fundó Padre Pío en 1956, donde resaltó que el sufrimiento se transforma y enaltece cuando éste es vivido en cercanía a Dios.
Hablando de la enfermedad, el Papa explicó que "se manifiesta en muchas formas y golpea de maneras diferentes, suscita preguntas inquietantes:
¿por qué sufrimos?
¿Puede considerarse positiva la experiencia del dolor?
¿Quién nos puede liberar del sufrimiento y de la muerte?
Interrogantes existenciales, que la mayoría de las veces no encuentran una respuesta humana, dado que el sufrimiento constituye un enigma inescrutable para la razón.
Tras resaltar que "el sufrimiento forma parte del misterio mismo de la persona humana", el Santo Padre observó que "ciertamente debemos hacer todo lo posible para que disminuya el sufrimiento, pero eliminarlo del mundo por completo no está en nuestras manos, simplemente porque (...) ninguno de nosotros es capaz de eliminar el poder del mal, (...) fuente continua de sufrimiento".
"El único que puede eliminar el poder del mal es Dios", aseguró. "Precisamente por el hecho de que Jesús vino al mundo para revelarnos el designio divino de nuestra salvación, la fe nos ayuda a penetrar en el sentido de todo lo humano y por tanto también del sufrimiento. Existe por tanto, una íntima relación entre la Cruz de Jesús, símbolo del dolor supremo y precio de nuestra verdadera libertad, y nuestro dolor, que se transforma y se enaltece cuando se vive con la conciencia de la cercanía y de la solidaridad de Dios".
El Pontífice señaló que el "Padre Pío intuyó esta profunda verdad cuando dijo que, en él, ´quien sufre debe vivir el amor de Dios por medio de la sabia aceptación de sus dolores, de la serena meditación de su destino".
sábado, 18 de junio de 2011
Cómo es una personalidad inmadura
Boletín 72 de la Comunidad de Jóvenes Católicos
¿Cómo es una personalidad inmadura?
Autor: Catholic.net | Fuente: Catholic.net
¿Cómo es una personalidad inmadura?
Autor: Enrique Rojas
Fuente: Interrogantes
La personalidad es la suma total de las pautas de conducta actuales y potenciales determinadas por tres notas: la herencia (el equipaje genético, lo que recibimos de nuestros padres), el ambiente (el entorno) y la experiencia de la vida (la biografía de cada uno). La personalidad es el sello propio y específico de cada uno. La tarjeta de visita. Dicho en otros términos, la personalidad es una organización dinámica, en movimiento, en donde confluyen los aspectos físicos, psicológicos, sociales y culturales de un individuo. Los psiquiatras nos dedicamos a la ingeniería de la conducta. Somos perforadores de superficies psicológicas, intentamos ahondar en la mecánica interna del comportamiento, para corregirlo, mejorarlo, hacerlo más equilibrado.
La inmadurez significa una persona a medio hacer, que da lugar a una psicología incipiente, incompleta, que no está bien terminada y que tiene muchos flecos negativos, pero que puede cambiar y mejorar y hacerse mas sólida, con la ayuda de un psiquiatra o de un psicólogo.
Voy a intentar sistematizar sus principales ingredientes en este decálogo, para que el lector pueda adentrarse en la frondosidad de lo que ahí reside. Los síntomas son los siguientes:
1) Desfase entre la edad cronológica y la edad mental: esta es una de las manifestaciones que más llama la atención de entrada, en una primera aproximación. No olvidemos que hay gente de maduración tardía y otra de maduración temprana, y esto le da un carácter ligeramente distinto a esta observación.
2) Desconocimiento de uno mismo: ésta era una de las normas del héroe griego. En el templo de Apolo, en Grecia, había en el frontispicio de la entrada una inscripción que decía así: «Nosci se autom», conócete a ti mismo. Se trata de tener claro que la asignatura más importante de cada persona es uno mismo, lo que quiere decir saber las actitudes y las limitaciones que uno tiene. Ambas son como el cuaderno de bitácora que nos ayuda a una navegación por la vida adecuada.
3) Inestabilidad emocional: que se expresa mediante cambios en el estado de ánimo, pasando de la euforia a la melancolía y esto de un día para otro o dentro de un mismo día. Esto hay que diferenciarlo claramente de las llamadas depresiones bipolares. El inmaduro es desigual, variable, irregular, sus sentimientos se mueven y bambolean de forma pendular, lo que hace que nunca pueda uno saber qué va a encontrar en el otro. Esa fragilidad mudable es una nota muy característica. Su estado de ánimo se expresa a través de unos dientes de sierra, una especie de montaña rusa, en donde las oscilaciones son muy frecuentes.
4) Poca o nula responsabilidad; la inmadurez tiene niveles, lo mismo que sucede con cualquier hecho psicológico. Esta palabra procede del latín «respondere», que significa: contestar, prometer, satisfacer. Estar en la realidad es conocer el hoy-ahora de uno mismo sin ningunearse y sin creerse uno más que nadie.
5) Mala o nula percepción de la realidad: la captación incorrecta de sí mismo y del entorno que le rodea le lleva a tener una conducta desadaptada tanto intrapersonal (disarmonía consigo mismo) como interpersonal (inadecuado contacto con los demás, no sabiendo medir las distancias ni las cercanías).
6) Ausencia de un proyecto de vida: la vida no se improvisa. Necesita una cierta organización, un esquema que diseñe el porvenir. Los tres grandes argumentos de éste son: amor, trabajo y cultura. En ninguno de ellos ha calado con profundidad. No se puede vivir sin amor, el amor debe ser el primer argumento de la vida, que da vida y fuerza a los demás. Del cumplimiento de estos tres grandes temas brota la felicidad, suma y compendio de una coherencia de vida donde los tres tienen una enorme importancia.
7) Falta de madurez afectiva: entender qué es, en qué consiste y cómo vertebra nuestra vida sentimental. Por amor tiene sentido la vida. Pero no hay amor sin renuncias. Y al mismo tiempo saber que nadie puede ser absoluto para otro. El amor eterno no existe; se da en las películas, en las canciones de moda y en las personas poco maduras. Lo que sí existe es el amor trabajado día a día. Amar no significa tener dulces sentimientos, sino volcarse con el otro en las pequeñas cosas de cada día. En mi libro Quién eres, describo la madurez afectiva como una modalidad aparte, con perfiles propios y específicos. Ahí solamente subrayaría ¡que fácil es enamorarse y qué complejo mantenerse enamorado. Hoy se ha producido en este campo una auténtica socialización de la madurez sentimental.
8) Falta de madurez intelectual: la inteligencia es otra de las grandes herramientas de la psicología, junto con la afectividad. Hay muchas variedades de inteligencia: teórica, práctica, social, analítica, sintética, discursiva, matemática, analógica, intuitiva y reflexiva... Pero para quedarnos con una idea clara: una persona es inteligente cuando sabe centrar un tema, haciendo razonamientos y juicios de la realidad adecuados, siendo capaz de elaborar un conjunto de soluciones asequibles y positivas que permitan resolver problemas concretos. Dicho en términos más modernos de la psicología cognitiva: inteligencia es saber recibir información, codificarla y ordenarla de forma correcta y ofrecer respuestas válidas, coherentes y eficaces. Aquí las manifestaciones de la inmadurez se expresan de forma rica y variada. Falta de visión y de planificación del futuro. Hipertrofia del presente, una exaltación del instante. No hay crecimiento en los análisis personales y generales, con poca o nula justeza de juicio. Serias dificultades para racionalizar los hechos y aplicar un cierto espíritu cartesiano. La vida es como un viaje, por eso es importante saber a dónde uno quiere ir.
9) Poca educación de la voluntad: la voluntad es una joya que adorna la personalidad del hombre maduro. Cuando es frágil y no está templada en una lucha perseverante, convierte a ese sujeto en alguien débil, blando, voluble, caprichoso, incapaz de ponerse objetivos concretos, ya que todos se desvanecen ante el primer estímulo que llega de fuera y le hace abandonar la tarea que iba a tener entre manos. Es la imagen del niño mimado que tanta pena produce; traído y llevado y tiranizado por lo que le apetece, por lo que le pide el cuerpo en ese momento. Que no sabe decir que no, ni renunciar. Alguien echado a perder, consentido, malcriado, estropeado por cualquier exigencia seria, que no doblará el cabo de sus propias posibilidades. Un ser que ha aprendido a no vencerse, sino a seguir sus impulsos inmediatos. Por ese derrotero se ha ido convirtiendo en voluble, inconstante, ligero, superficial, frívolo, que se entusiasma fácilmente con algo, para abandonarlo cuando las cosas se tornan mínimamente difíciles.
Esto trae consigo otros datos: baja tolerancia a las frustraciones, ser mal perdedor, ya que tiene poca capacidad para remontar las adversidades, pues no está acostumbrado a vencerse en casi nada; tendencia a refugiarse en un mundo fantástico, para alejarse de la realidad.
10) Criterios morales y éticos inestables: la moral es el arte de vivir con dignidad; el arte de usar de forma correcta la libertad, conocer y poner en práctica lo que es bueno. En la persona inmadura todo está cogido por alfileres y fácilmente se deshilacha y se rompe. La moda, la permisividad, el relativismo son pautas vertebrales básicas, sigue los vaivenes de lo último a lo que se apunta todo el mundo sin ningún espíritu crítico.
La madurez es uno de los puentes levadizos que lleva a la fortaleza de la felicidad, y es el resultado de un trabajo esforzado, serio, paciente, de quitar y añadir, de pulir, de limar, de intentar que nuestra forma de ser sea como una piedra de canto rodado de esas que vemos en los ríos y que casi no tienen aristas.
¿Cómo es una personalidad inmadura?
Autor: Catholic.net | Fuente: Catholic.net
¿Cómo es una personalidad inmadura?
Autor: Enrique Rojas
Fuente: Interrogantes
La personalidad es la suma total de las pautas de conducta actuales y potenciales determinadas por tres notas: la herencia (el equipaje genético, lo que recibimos de nuestros padres), el ambiente (el entorno) y la experiencia de la vida (la biografía de cada uno). La personalidad es el sello propio y específico de cada uno. La tarjeta de visita. Dicho en otros términos, la personalidad es una organización dinámica, en movimiento, en donde confluyen los aspectos físicos, psicológicos, sociales y culturales de un individuo. Los psiquiatras nos dedicamos a la ingeniería de la conducta. Somos perforadores de superficies psicológicas, intentamos ahondar en la mecánica interna del comportamiento, para corregirlo, mejorarlo, hacerlo más equilibrado.
La inmadurez significa una persona a medio hacer, que da lugar a una psicología incipiente, incompleta, que no está bien terminada y que tiene muchos flecos negativos, pero que puede cambiar y mejorar y hacerse mas sólida, con la ayuda de un psiquiatra o de un psicólogo.
Voy a intentar sistematizar sus principales ingredientes en este decálogo, para que el lector pueda adentrarse en la frondosidad de lo que ahí reside. Los síntomas son los siguientes:
1) Desfase entre la edad cronológica y la edad mental: esta es una de las manifestaciones que más llama la atención de entrada, en una primera aproximación. No olvidemos que hay gente de maduración tardía y otra de maduración temprana, y esto le da un carácter ligeramente distinto a esta observación.
2) Desconocimiento de uno mismo: ésta era una de las normas del héroe griego. En el templo de Apolo, en Grecia, había en el frontispicio de la entrada una inscripción que decía así: «Nosci se autom», conócete a ti mismo. Se trata de tener claro que la asignatura más importante de cada persona es uno mismo, lo que quiere decir saber las actitudes y las limitaciones que uno tiene. Ambas son como el cuaderno de bitácora que nos ayuda a una navegación por la vida adecuada.
3) Inestabilidad emocional: que se expresa mediante cambios en el estado de ánimo, pasando de la euforia a la melancolía y esto de un día para otro o dentro de un mismo día. Esto hay que diferenciarlo claramente de las llamadas depresiones bipolares. El inmaduro es desigual, variable, irregular, sus sentimientos se mueven y bambolean de forma pendular, lo que hace que nunca pueda uno saber qué va a encontrar en el otro. Esa fragilidad mudable es una nota muy característica. Su estado de ánimo se expresa a través de unos dientes de sierra, una especie de montaña rusa, en donde las oscilaciones son muy frecuentes.
4) Poca o nula responsabilidad; la inmadurez tiene niveles, lo mismo que sucede con cualquier hecho psicológico. Esta palabra procede del latín «respondere», que significa: contestar, prometer, satisfacer. Estar en la realidad es conocer el hoy-ahora de uno mismo sin ningunearse y sin creerse uno más que nadie.
5) Mala o nula percepción de la realidad: la captación incorrecta de sí mismo y del entorno que le rodea le lleva a tener una conducta desadaptada tanto intrapersonal (disarmonía consigo mismo) como interpersonal (inadecuado contacto con los demás, no sabiendo medir las distancias ni las cercanías).
6) Ausencia de un proyecto de vida: la vida no se improvisa. Necesita una cierta organización, un esquema que diseñe el porvenir. Los tres grandes argumentos de éste son: amor, trabajo y cultura. En ninguno de ellos ha calado con profundidad. No se puede vivir sin amor, el amor debe ser el primer argumento de la vida, que da vida y fuerza a los demás. Del cumplimiento de estos tres grandes temas brota la felicidad, suma y compendio de una coherencia de vida donde los tres tienen una enorme importancia.
7) Falta de madurez afectiva: entender qué es, en qué consiste y cómo vertebra nuestra vida sentimental. Por amor tiene sentido la vida. Pero no hay amor sin renuncias. Y al mismo tiempo saber que nadie puede ser absoluto para otro. El amor eterno no existe; se da en las películas, en las canciones de moda y en las personas poco maduras. Lo que sí existe es el amor trabajado día a día. Amar no significa tener dulces sentimientos, sino volcarse con el otro en las pequeñas cosas de cada día. En mi libro Quién eres, describo la madurez afectiva como una modalidad aparte, con perfiles propios y específicos. Ahí solamente subrayaría ¡que fácil es enamorarse y qué complejo mantenerse enamorado. Hoy se ha producido en este campo una auténtica socialización de la madurez sentimental.
8) Falta de madurez intelectual: la inteligencia es otra de las grandes herramientas de la psicología, junto con la afectividad. Hay muchas variedades de inteligencia: teórica, práctica, social, analítica, sintética, discursiva, matemática, analógica, intuitiva y reflexiva... Pero para quedarnos con una idea clara: una persona es inteligente cuando sabe centrar un tema, haciendo razonamientos y juicios de la realidad adecuados, siendo capaz de elaborar un conjunto de soluciones asequibles y positivas que permitan resolver problemas concretos. Dicho en términos más modernos de la psicología cognitiva: inteligencia es saber recibir información, codificarla y ordenarla de forma correcta y ofrecer respuestas válidas, coherentes y eficaces. Aquí las manifestaciones de la inmadurez se expresan de forma rica y variada. Falta de visión y de planificación del futuro. Hipertrofia del presente, una exaltación del instante. No hay crecimiento en los análisis personales y generales, con poca o nula justeza de juicio. Serias dificultades para racionalizar los hechos y aplicar un cierto espíritu cartesiano. La vida es como un viaje, por eso es importante saber a dónde uno quiere ir.
9) Poca educación de la voluntad: la voluntad es una joya que adorna la personalidad del hombre maduro. Cuando es frágil y no está templada en una lucha perseverante, convierte a ese sujeto en alguien débil, blando, voluble, caprichoso, incapaz de ponerse objetivos concretos, ya que todos se desvanecen ante el primer estímulo que llega de fuera y le hace abandonar la tarea que iba a tener entre manos. Es la imagen del niño mimado que tanta pena produce; traído y llevado y tiranizado por lo que le apetece, por lo que le pide el cuerpo en ese momento. Que no sabe decir que no, ni renunciar. Alguien echado a perder, consentido, malcriado, estropeado por cualquier exigencia seria, que no doblará el cabo de sus propias posibilidades. Un ser que ha aprendido a no vencerse, sino a seguir sus impulsos inmediatos. Por ese derrotero se ha ido convirtiendo en voluble, inconstante, ligero, superficial, frívolo, que se entusiasma fácilmente con algo, para abandonarlo cuando las cosas se tornan mínimamente difíciles.
Esto trae consigo otros datos: baja tolerancia a las frustraciones, ser mal perdedor, ya que tiene poca capacidad para remontar las adversidades, pues no está acostumbrado a vencerse en casi nada; tendencia a refugiarse en un mundo fantástico, para alejarse de la realidad.
10) Criterios morales y éticos inestables: la moral es el arte de vivir con dignidad; el arte de usar de forma correcta la libertad, conocer y poner en práctica lo que es bueno. En la persona inmadura todo está cogido por alfileres y fácilmente se deshilacha y se rompe. La moda, la permisividad, el relativismo son pautas vertebrales básicas, sigue los vaivenes de lo último a lo que se apunta todo el mundo sin ningún espíritu crítico.
La madurez es uno de los puentes levadizos que lleva a la fortaleza de la felicidad, y es el resultado de un trabajo esforzado, serio, paciente, de quitar y añadir, de pulir, de limar, de intentar que nuestra forma de ser sea como una piedra de canto rodado de esas que vemos en los ríos y que casi no tienen aristas.
viernes, 17 de junio de 2011
Oración de la noche
Oración de la noche
Señor, Jesús,
queremos acabar esta jornada
bendiciendo tu nombre.
Queremos rezar por todos aquellos a quienes, hoy,
hemos encontrado en nuestro camino,
encendidos de alegría o llenos de tristeza,
unidos por la amistad o separados por desavenencia
Te dirigimos, también, nuestra Oración
en nombre de todos aquellos que, durante esta noche,
trabajamos por los hermanos,
o por quienes sufren en la soledad,
o en la tentación:
haz que sientan el consuelo de tu ternura
y de tu fuerza;
abre sus corazones a tu Espíritu,
para que te conozcasn a Ti,
que nos llamas a participar
de tu Reino de esperanza.
Que la paz de nuestro corazón sea tu regalo
al empezar nuestro descanso,
y que el amanecer del nuevo día nos encuentre dispuestos
a vivir en tu amor.
Señor, Jesús,
queremos acabar esta jornada
bendiciendo tu nombre.
Queremos rezar por todos aquellos a quienes, hoy,
hemos encontrado en nuestro camino,
encendidos de alegría o llenos de tristeza,
unidos por la amistad o separados por desavenencia
Te dirigimos, también, nuestra Oración
en nombre de todos aquellos que, durante esta noche,
trabajamos por los hermanos,
o por quienes sufren en la soledad,
o en la tentación:
haz que sientan el consuelo de tu ternura
y de tu fuerza;
abre sus corazones a tu Espíritu,
para que te conozcasn a Ti,
que nos llamas a participar
de tu Reino de esperanza.
Que la paz de nuestro corazón sea tu regalo
al empezar nuestro descanso,
y que el amanecer del nuevo día nos encuentre dispuestos
a vivir en tu amor.
De: Adriana Barbera
Poema de Santa Teresa de Jesús ( de Ávila)
Nada te turbe.
Nada te espante.
La paciencia todo lo alcanza.
Quién a Dios tiene nada le falta.
Solo Dios, basta.
Nada Te Turbe
Nada te turbe,Nada te espante,
Todo se pasa,
Dios no se muda,
La paciencia
Todo lo alcanza;
Quien a Dios tiene
Nada le falta:
Sólo Dios basta.
Eleva el pensamiento,
al cielo sube,
por nada te acongojes,
Nada te turbe.
A Jesucristo sigue
con pecho grande,
y, venga lo que venga,
Nada te espante.
¿Ves la gloria del mundo?
Es gloria vana;
nada tiene de estable,
Todo se pasa.
Aspira a lo celeste,
que siempre dura;
fiel y rico en promesas,
Dios no se muda.
Ámala cual merece
Bondad inmensa;
pero no hay amor fino
Sin la paciencia.
Confianza y fe viva
mantenga el alma,
que quien cree y espera
Todo lo alcanza.
Del infierno acosado
aunque se viere,
burlará sus furores
Quien a Dios tiene.
Vénganle desamparos,
cruces, desgracias;
siendo Dios su tesoro,
Nada le falta.
Id, pues, bienes del mundo;
id, dichas vanas,
aunque todo lo pierda,
Sólo Dios basta.
Santa Teresa de Jesús
(Santa Teresa de Ávila)
lunes, 13 de junio de 2011
Hombres, las mujeres somos...
No olvides esto!! La mujer salio de la costilla del hombre, no de los pies para ser pisoteada, ni de la cabeza para ser superior... Sino del lado para ser igual, debajo del brazo para ser protegida, y al lado del corazon para ser amada... coloca esto en el muro d x lo menos 3 mujeres grandiosas
jueves, 9 de junio de 2011
CONSAGRACIÓN AL ESPÍRITU SANTO
CONSAGRACIÓN AL ESPÍRITU SANTO
"Espíritu Santo, te consagramos nuestra patria. Intercede por quienes vivimos en ella.
No nos dejes perdernos por caminos sin Dios, reoriéntanos al gozo de la fe y la verdad.
Espíritu de paz, perdón y misericordia, líbranos de la violencia y la discordia y enséñanos a hablar las lenguas siempre nuevas de la fraternidad.
Espíritu de alegría, consuelo y fortaleza, sánanos del desánimo, el miedo y la tristeza.
Espíritu de generosidad y de justicia, apártanos del egoísmo y de la avaricia, inspíranos acciones para crear condiciones que permitan a todos vivir con dignidad.
Tu eres fuente de la vida, rescátanos de la cultura de la muerte, fecúndanos con tus dones, tus frutos y carísmas.
Ilumina nuestra tierra, renueva las naciones, ven como en Pentecostés e incendia con tu fuego de amor los corazones. AMÉN.
"Espíritu Santo, te consagramos nuestra patria. Intercede por quienes vivimos en ella.
No nos dejes perdernos por caminos sin Dios, reoriéntanos al gozo de la fe y la verdad.
Espíritu de paz, perdón y misericordia, líbranos de la violencia y la discordia y enséñanos a hablar las lenguas siempre nuevas de la fraternidad.
Espíritu de alegría, consuelo y fortaleza, sánanos del desánimo, el miedo y la tristeza.
Espíritu de generosidad y de justicia, apártanos del egoísmo y de la avaricia, inspíranos acciones para crear condiciones que permitan a todos vivir con dignidad.
Tu eres fuente de la vida, rescátanos de la cultura de la muerte, fecúndanos con tus dones, tus frutos y carísmas.
Ilumina nuestra tierra, renueva las naciones, ven como en Pentecostés e incendia con tu fuego de amor los corazones. AMÉN.
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