Sus ocupaciones comienzan bien
temprano en la mañana y se extienden hasta el final del día. Siguen el ritmo
frenético impuesto por sus padres y solo juegan cuando su “agenda” lo permite.
¿Se trata de un futuro brillante o de una niñez frustrada?
Infancia: los niños
sobreocupados
Algunos niños, cada vez son más,
tienen sus agendas tan apretadas como la de los propios papás, en general
profesionales o con trabajos de largas jornadas en relación de dependencia. En
general estos niños asisten a escuelas bilingües, de doble escolaridad, asisten
a clase de apoyo para idiomas, lecciones de informática, talleres varios,
actividades en el club… el día suele estar totalmente completo. Y
llamativamente, aun luego de toda la lista de actividades parece sobrarles energía,
son enérgicos en el hogar y por la noche cuesta lograr que duerman.
Características de los niños sobreocupados
El niño rara vez se queja de la
enorme cantidad de compromisos, aunque si reconoce algo así si se reinsiste en
este punto.
Son niños sobreocupados, tendencia
que cada día logra más aceptación en los padres ultramodernos. Esto se expresa
por la predilección de los mismos en completar las horas posteriores a la
salida de la escuela con actividades diversas y muy variadas. El ritmo de vida
termina siendo full time, comienza a las 8 de la mañana y la agenda solo se
libera pasada la media tarde.
La característica común suele ser que
son niños muy inteligentes, de pensamiento y reacción rápida, con mucha energía
y con la capacidad de cumplir puntualmente copla lista de actividades
asignadas, que son al fin estímulos que se les presentan de manera programada.
Infancia: ¿a jugar?
Hoy no tengo tiempo…
La infancia- en particular la primera
etapa escolar- es un momento crucial en la formación de los cimientos de a
personalidad y del propio ser. La etapa dedicada a los juegos, a la vida al
aire libre, a los momentos de ocio, son algunos de los déficit significativos y
peligrosos de este nuevo modelo de éxito y desenfreno a corta edad. Con el
tiempo las consecuencias saltan a la vista. Si no hay un espacio para el tiempo
libre, no es posible consolidarse uno mismo como persona. El lema del modelo de
sociedad en que vivimos es que cada minuto vale oro, plata y todos los
diamantes pensados, no hay, por lo tanto, tiempo que perder.
El ritmo alocado impuesto por los
adultos tampoco deja el margen necesario para innovar y descubrir los talentos
especiales y únicos de cada niño.
Estrés infantil:
las señales de alerta
Un adulto puede reconocer su nivel de
cansancio y expresarlo con mayor o menor dificultad, los niños apelan a llamar
la atención con una serie de actitudes que encarnan la voz del “ya no mas”. El
estrés infantil es una especial llamada de atención que se manifiesta en una
variedad de síntomas.
- Excitación constante
- Trastornos de sueño: pesadillas, terrores
nocturnos, insomnio
- Aneuresis: mojar la cama durante la noche
- Problemas digestivos: diarreas, dolores
abdominales, constipación.
- Obesidad: en general es remitida a trastornos
de ansiedad y es cada vez mayor el índice de niños obesos.
- Asma
- Variedad de síntomas psicosomáticos
Un día ideal
La organización del tiempo libre y la
distribución de sus tareas resultaran fundamentales para que el niño desarrolle
su personalidad. Tener en cuenta los requerimientos básicos en la distribución
de actividades es fundamental.
- Descanso: 8 horas
- Ocio: 5 horas
- Tareas escolares: 1 hora
- Varios (higiene, alimentación,
responsabilidades en el hogar): 2 horas
- Actividades programadas (escuela, música, deportes):
8 horas como límite máximo.
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