martes, 12 de noviembre de 2013

Jesús Misercordioso

El mensaje de Misericordia es que Dios nos Ama – a todos- no importa cuan grande sean nuestras faltas. Él quiere que reconozcamos que Su Misericordia es más grande que nuestros pecados, para que nos acerquemos a Él con confianza, para que recibamos su Misericordia y la dejemos derramar sobre otros. De tal manera de que todos participemos de Su Gozo. Es un mensaje que podemos recordar tan fácilmente como un ABC.A — Pide su Misericordia. Dios quiere que nos acerquemos a Él por medio de la oración constante, arrepentidos de nuestros pecados y pidiéndole que derrame Su Misericordia sobre nosotros y sobre el mundo enteroB — Sé misericordioso – Dios quiere que recibamos Su Misericordia y que por medio de nosotros se derrame sobre los demásC — Confía completamente en Jesús – Dios nos deja saber que las gracias de su Misericordia dependen de nuestra confianza. Mientras más confiemos en Jesús, más recibiremos.

Psicología y psiquiatría. Textos del Magisterio Pontificio( Pablo Verdier Mazzara)

« Lañas II. El día a día con Dios (Carmen Álvarez Alonso y Juan Pedro Ortuño Morente)Hasta la cumbre (Pablo Domínguez) »
20.08.11

Psicología y psiquiatría. Textos del Magisterio Pontificio (Pablo Verdier Mazzara)

A las 3:59 AM, por Blogger
Categorías : José María Iraburu, Espiritualidad
Psicología y psiquiatría. Textos del Magisterio Pontificio
Título: Psicología y psiquiatría. Textos del Magisterio Pontificio
Autor: Pablo Verdier Mazzara
Editorial: BAC
Páginas: 394
ISBN: 978-84-220-1520-8
Año edición: 2011
Hace unos quince años, en un monasterio benedictino de Chile donde estaba yo dando Ejercicios, conocí a un joven médico psiquiatra uruguayo, el Dr. Verdier, de buena experiencia clínica y docente, hoy académico de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Y me comentó entonces su interés en hacer una extensa recopilación del Magisterio apostólico acerca de la Psicología y la Psiquiatría. Yo le animé cuanto pude, pues realmente hay una necesidad muy grave y urgente de iluminar el mundo de la psicología con la visión verdaderamente cristiana del hombre, y del hombre enfermo en su mente o en su ánimo.
Y hace poco, felizmente, en la colección normal de la BAC, se publicaba la obra de Pablo Verdier Mazzara (ed.), Psicología y psiquiatría. Textos del Magisterio pontificio (Madrid 2011, 372 páginas). Bendigamos al Señor. Pocos campos mentales están tan mundanizados como el de la psiquiatría. Cuando los sacerdotes hallamos en la dirección espiritual alguna persona que está recibiendo atención psiquiátrica, cuántas veces comprobamos que, aun siendo competente y católico el profesional que le atiende, le está dando orientaciones difícilmente conciliables con la doctrina y la moral de la Iglesia. Es decir, le está haciendo daño. O no les está haciendo el bien que debería hacerle. Hallar un psicólogo o un psiquiatra que esté bien preparado en su ciencia y que posea una formación doctrinal católica profunda y firme es una gracia de Dios muy grande. Y poco frecuente.
Permítanme que, al paso, haga un recuerdo muy agradecido al médico psiquiatra toledano Dr. Rafael Sancho de San Román, que tantas veces nos ayudó a Don José Rivera (+1991), a mí, y a tantos otros, en la atención de personas con dolencias diversas en su ánimo. Un buen psiquiatra católico es algo que hoy no tiene precio. Tanto el mundo secular, como también el mundo de la Iglesia, aunque en grados y modos diversos, están hoy tan trastornados que con relativa frecuencia se encuentran entre los increyentes y también entre los católicos —sacerdotes y religiosos, solteros y casados, jóvenes, adultos y ancianos—, que tienen dolencias psicológicas a veces muy penosas y duraderas, y que requieren una buena atención del psiquiatra, y si es el caso, también del sacerdote. ¡Pero tanto el uno como el otro han de tener una doctrina verdadera y profundamente católica! De otro modo más que ayudar al paciente lo que harán es complicarlo y hundirlo más.


El Dr. Verdier, con la ayuda de las psicólogas Carolina Barriga Polo y Daniela Castro Blanco, ha hecho una preciosa labor recopilando documentos pontificios de los últimos sesenta años del siglo XX, unas veces emanados por los Papas, otras veces por el Tribunal de la Rota, Pastoral Sanitaria, Academia Ponrificia para la Ciencia y otras instituciones vinculadas a la Santa Sede. Qué maravilla. Realmente la Iglesia, hablando del hombre a la luz de la Revelación divina y de las ciencias humanas, muestra una vez más su excelsa condición de Mater et Magistra. Nadie como la Iglesia conoce el misterio del hombre, «imagen de Dios», porque nadie como ella conoce mejor a Dios en Cristo.
¿Cómo un psiquiatra católico al tratar a un paciente podrá ignorar verdades tan decisivas para la salud de éste como la inhabitación de la Sma. Trinidad, la esperanza, el sentido y el valor del sufrimiento como participación en la Pasión de Cristo, la promesa de la vida eterna celestial, que está a la vuelta de la esquina? Por supuesto que, aún en el caso de que el paciente sea declaradamente católico, no deberá el psiquiatra confundir su misión clínica con la misión pastoral del sacerdote. Pero habrá que decir aquí lo que debe decirse del Estado y la Iglesia: son entidades distintas, pero como ambas buscan el bien común de la sociedad humana, deben co-laborar en cuanto ello sea posible en la consecución de ese fin. El médico psiquiatra católico, atendiendo a un paciente católico —y aunque éste no lo sea—, no puede ignorar en forma sistemática todo un mundo de fe y de gracia que debe iluminar y sanar y confortar al hombre y a la humanidad. Y si a su acción como psiquiatra se añade la ayuda que un sacerdote preste a su paciente, esa terapia natural-sobrenatural podrá alcanzar una maravillosa eficacia.
Pero para eso necesitamos sacerdotes y médicos psiquiatras católicos, que tengan una formación doctrinal verdadera y profundamente católica. No es tan fácil hallarlos. Recuerdo a Diógenes con su lámpara: «busco un hombre»… Pues bien, el libro que ahora comento puede ser un instrumento muy valioso para ese fin. En 92 documentos, el primero de 1941, el último del año 2000, debidamente presentados y ordenados, se hallan verdaderas perlas, luces de un valor inapreciable, doctrinas de valor imperecedero. Doctrinas que deben ser conocidas, bien conocidas, sobre todo por sacerdotes, psiquiatras y docentes. Insisto: el campo de la psiquiatría moderna es uno de los más ensombrecidos por las tinieblas del Padre de la Mentira.
Vengamos, por ejemplo, al tema absolutamente central de la libertad de la persona. Y permítanme que me autoplagie:
«Hoy la libertad humana se niega. La idea de que el hombre es libre recibió, en la historia cristiana, su primer ataque grave con las tesis del luteranismo (el servo arbitrio de Lutero). Posteriormente, y desde premisas intelectuales muy diversas, la negación de la libertad se ha generalizado tanto en la cultura moderna, que hoy la Iglesia está sola para afirmar la libertad del hombre. En efecto, la negación de la libertad del hombre, o el agnosticismo sobre el misterio de esa libertad, invade el mundo de la filosofía moderna: está presente en el determinismo físico-matemático, en el positivismo filosófico, en el evolucionismo y la filosofía del progreso, en el historicismo dialéctico marxista. Y tampoco las escuelas de psicología hoy más vigentes —psicoanálisis, conductismo, antropología neurofisiológica o endo-crinológica— están exentas de un fondo determinista y mecanicista, que les lleva a negar la libertad del hombre, o a mantenerse escépticas respecto de ella.
«Como señala Giorgio Piovene, «entre la diversidad de las filosofías actuales se descubre una constante: ninguna se presenta como una filosofía de la libertad. Se intenta sobre todo establecer los mecanismos por los que el hombre está condicionado: económicos, psicológicos, derivados de la estructura del lenguaje o de la situación histórica en que vive. En la visión científica del hombre actual estos determinismos tienen como meta ideal la ocupación total del cuadro del comportamiento humano, de tal modo que la persona como sujeto está en vías de desaparecer, para venir a ser un trámite, un instrumento, un centro de combinaciones» (Elogio della libertà, dir. D. Porzio, Milán 1970, 287).
«Quedamos así enfrentados en nuestro tiempo a una inmensa contradicción, que aun siendo tan patente, pasa inadvertida para muchos. Por un lado, se afirma incesantemente que «el hombre no es libre», no es responsable de sus actos, sino un ser absolutamente condicionado; y por otro lado, al mismo tiempo, se afirma con igual énfasis que «el valor primario del hombre es vivir libre», o se habla de «la libertad de nuestra época»… ¿Cómo explicar tal contradicción patente?» (Rivera-Iraburu, Síntesis de espiritualidad católica, F.GD, Pamplona 2008, 7ª ed., pg. 157).
Pues bien, la Iglesia conoce bien todos los condicionamientos que influyen en la mente y en la conducta del hombre, con una fuerza que a veces parece determinante. Pero, como dice Pablo VI «existe, sin embargo, en el hombre un margen, un amplio margen, su verdadero Yo, de indeterminación, que él solo resuelve en una decisión autónoma propia. Por restringida, por asediada e ilusa que sea, existe la libertad psicológica y moral del hombre» (16-VIII-1972).
¿Es ésta, por ejemplo, una cuestión secundaria para un psiquiatra católico? ¿Puede ejercer su oficio en terapias realmente benéficas si coloca sistemáticamente entre paréntesis el hecho de que su paciente sea o no libre?… La cosa es clara, sin una buena filosofía y teología del hombre el psiquiatra está perdido, y apenas podrá hacer más que recetar medicinas —que, por lo demás, han de apreciarse y tienen sin duda con frecuencia un gran efecto benéfico—. Necesita, si quiere que su acción terápica llegue al fondo personal de su paciente, conocer bien las verdades católicas que la Iglesia enseña sobre el hombre. Y que pueden encontrarse reunidas en este precioso libro que comento, Psicología y psiquiatría. Textos del Magisterio Pontificio.
Gracias, Pablo Verdier Mazzara.
Gracias, BAC.
23 comentarios
Comentario de Eleuterio
Es bastante cierto, también lo sé por experiencia de haber estado con personas que son profesionales de la psicología y son católicas que, en muchas ocasiones, no se sabe, a ciencia cierta, qué dice el Magisterio al respecto y se tiene de tal campo un conocimiento, digamos, limitado. Vamos, que muchas veces da la impresión que no se corresponde la fe que se tiene con lo que, profesionalmente se hace y que, aquí tampoco, se da la correspondiente unidad de vida.

Seguramente a muchas personas le puede hacer bien este libro. Y no sólo a profesionales de la psicología o psiquiatría.
20/08/11 8:38 AM
Comentario de Eduardo Jariod
Como católico y como psicólogo psicoterapeuta le agradezco sumamente, D. José María, que traiga esta referencia que desconocía. La adquiriré de inmediato.

Es cierto que apenas existen psiquiatras y, aún menos, psicólogos católicos. Y lo es por varios motivos. En primer lugar, por el hecho de que hay pocos católicos en este sector profesional. En segundo lugar, porque no cabe hablar de un corpus de conocimiento de esta índole en estos campos; es decir, no cabe hablar de una psiquiatría o psicología católicas. Sí, desde luego, de una moral o de una antropología, o incluso de una filosofía católica o cristiana, como defendiera Gilson con ahínco. Y aunque es evidente que tales realidades tienen una influencia directa en la vida de toda persona, lo cierto es que el compendio de las mismas no hace una psiquiatría o una psicología católicas.

Es imprescindible que la perspectiva católica esté presente en la práctica concreta de las intervenciones clínicas, sobre todo las de carácter eminentemente psicoterapéutico. Sin ella, no es posible ni el análisis correcto de la situación personal de cada paciente, ni la discriminación de lo verdadero, de lo aprovechable y de lo francamente erróneo de las diversas escuelas teóricas vigentes.

22/08/11 9:05 AM
Comentario de cristina
Yo tengo la inmensa suerte, y gracia de Dios, de haber encontrado buenos profesionales de la psicología y la psiquiatría, en el entorno del Opus Dei, así como abogado, que tampoco es fácil. Es cierto que, al estar enfermos, a veces nos descuidamos y pensamos que todo vale. No es así. Cuánta paz me da a mí poner a mis hijos deprimidos o con ansiedad en manos de doctores católicos practicantes. Profesionales que sé positivamente que hacen cada día examen de conciencia. ¿NO es un chollo?
Gracias a Dios por todos ellos, que Él los bendiga con la graia de la perseverancia.
Un saludo,
cristina
23/08/11 10:46 PM
Comentario de Javier
Intentaré conseguirlo en breve. Soy un joven católico estudiante de Psicología, y, aunque estoy en un curso sistematico de Teología (en Getafe) me gustaría ampliar conocimientos en este campo, para unir de manera más clara mi fe con mi futura profesión.
Gracias por recomendarmelo.
Un saludo.
24/08/11 1:20 AM
Comentario de Emiliana
Que bueno padre, que estas personas se hallan tomado el bendito trabajo de recopilar estas perlas, pues estas ciencias, tienen mucha responsabilidad delante de Dios de las enfermedades actuales de la civilizacion moderna.

Especialmente resulta importante resaltar ese trabajo mancomunado entre el psiquiatra y el sacerdote, pues definitivamente el mejor psicologo y psiquiatra es el SANTO, que en los sacerdotes debe haber prioridad, aunque TODOS, estemos llamados a ella (Santidad).
Dios permita que este trabajo pueda llegar hasta donde debe, pues hará mucho bien a tantos que no conocen la VERDAD.
24/08/11 1:39 AM
Comentario de Eduardo Jariod
¡Ánimo, Javier! No lo vas a tener fácil. La profesión de psicólogo sigue siendo una actividad muy complicada para ganarse la vida. Si, dedicándote a la clínica, saben de tu condición de católico practicante, la misma profesión te lo irá poniendo más difícil todavía, como en el circo (psicólogo y, además, católico).

A pesar de todo, no te desanimes. Si te gusta, lucha por ello; puedes hacer mucho bien. Te aconsejo que cultives contactos en entornos cercanos a la Iglesia; esto te debería facilitar las cosas, aunque no necesariamente, pues la primera que suele desconfiar con razón de esta profesión es la propia Iglesia. Te lo tendrás que trabajar con dedicación casi profesional. Yo he estado como voluntario en Cáritas haciendo psicoterapia gratis durante seis años en una barriada obrera de Madrid, en instalaciones de la Iglesia, y en este sentido no me han servido de nada (sí, por supuesto, como experiencia profesional y humana con personas que jamás pasarían por un gabinete privado).

Lo dicho: lucha por lo que te gusta, a pesar de todo y de todos, siempre que puedas permitirte este lujo de coherencia y dignidad. Mucho ánimo.
24/08/11 8:12 PM
Me leeré este libro porque estoy cansado de leer, dentro de la psicología y la psiquiatría (incluyendo a los que se denominan católicos), aquello de la autoestima, autorrealización, autocontrol... de procedencia gnóstica y no del pensamiento católico. Todas las palabrejas que empiezan por auto llevan al individualismo más exacerbado, cuando la estabilidad emocional pasa por darse a los demás.
24/08/11 10:25 PM
Comentario de Damián
Hoy he asistido al funeral de un religioso. Un caso complejo de vida y de vocación. Aludía el Padre Superior de la Orden: "-no conseguimos comprender algunas páginas de su vida-". A este pobre fraile, que sufrió como una bestia parda, le faltó un director espiritual y un buen psiquiatra católico. Ahora está en manos de Cristo. Su sangre preciosa corrige los renglones torcidos, misteriosos, de nuestra vida. Su Luz indefectible ilumina, más que nada en este mundo, el misterio de nuestra propia vida; del terrible, sordo e incomprendido sufrimiento psíquico.
26/08/11 6:29 PM
Comentario de Javier
Gracias Eduardo, de verdad. :)
27/08/11 1:55 AM
Comentario de Bertha
Es verdad, cuanta falta hacen los psiquiatras catolicos,estoy de acuerdo con Emiliana el mejor psiquiatra es el SANTO, y a Eduardo le digo que le ha servido de mucho, pero de mucho, pues todo el bien que hizo en esos seis años, le acompañaran a la eternidad.
Padre Jose Maria, gracias por sus escritos, por sus reflexiones, por sus conferencias, lo leo y lo escucho.El Señor le haga cada dia mas santo.,de corazon
29/08/11 2:40 AM
Comentario de El director de la BAC
Gracias a Usted por esta elogiosa reseña del libro. Y felicidades a Pablo Verdier Mazzara.
30/08/11 8:45 PM
Comentario de Eduardo Jariod
Bueno, y gracias al director de la BAC por hacer posible la publicación de una obra de este tipo.
31/08/11 9:07 PM
Comentario de Constanza Rivera - Chile
Gracias Señor por este sueño que desde hace mucho tiempo esperábamos se cumpliera.No debemos dejar que las ciencias se alejen de Dios y de la doctrina de la Iglesia; si no hay hombres que rescaten fe y razón unidas fielmente a la luz de La Palabra de Jesucristo, claramente vamos al fracaso y a la mediocridad de los profesionales de la salud y de todas las áreas.
27/09/11 5:14 AM
Comentario de Marina Bonini
Es muy importante saber sobre este tema, porque muchas personas, no solamente católicas sino cristianas se ven desmoralizadas y confundidas frente al relativismo moral que se ha instalado en la sociedad y en las vidas de las personas.
29/09/11 4:11 PM
Comentario de Alejandro Bayer
Creo que esto interesará a muchos, en primer lugar al P. Iraburu.
http://www.cristianohoy.org/blog/la-psicologia-un-nuevo-caballo-de-troya-en-la-iglesia.html
Su autor es protestante y se nota de cabo a rabo, pero el fondo del asunto puede contribuír a dilucidar un poco lo que muchos ni intuyen (que no digo para dejar que cada uno lo haga por su cuenta).
ABT
28/11/11 9:42 PM
Comentario de leonor
y yo doy gracias a Dios al conocer que hay psicologos preocupados por hacerlo bien. Justamente entré buscando ayuda para mi hijo de 22 años que sufre de esquizofrenia, y estoy buscando psicologo varon y catolico practicante y preocupado por conocer su doctrina profundamente. yo, lo ayudo, pero aveces mi hijo me dice que no lo entiendo. me he puesto a leer sobre esta enfermedad para poder entenderlo. yo vivo en san juan de miraflores, toribio seminario 1188, zona D, lima peru
03/01/12 5:09 PM
Comentario de Laura Elvira Aguirre Serna
Hola buenas noches, me gustaría saber en que librería de Madrid puedo encontrar el libro,pues tengo una amiga que va de visita a España y me lo puede comprar, como cuanto cuesta si es posible que me lo investiguen por favor. Gracias
21/02/12 5:43 AM
Comentario de Ambrosio Ceceñas
Muy iteresantes, la exposicion y los comentarios.
Estoy muy interesado en adquirir el libro. Quisiera saber que tengo que hacer.

No se si se pueda encontrar en Mexico,o comprarlo en España en la forma que sea.

Saludos
24/03/12 5:50 PM
Comentario de Dr Remo Mandrile
Soy Medico Psiquiatra de Argentina, con 33 anos de experiencia en atencion de enfermos psiquiatricos. Coincido con Ud Jose Maria, en sus acertadas verdades que deberian estar siempre presentes en el mundo psiquiatrico.
El libro del Dr Pablo Verdier Mazzara es extraordinario y una fuente inagotable de sabiduria cristiana.
Atte
Dr Remo Mandrile
19/06/12 12:58 AM
Comentario de Andrea de Chile
Muchas gracias padre por mostrar a Jesucristo como La Luz que vence las tinieblas que envuelven tantas veces las palabras humanas "eruditas".

La Palabra de Dios que creó el mundo y a nosotros ha sido la ünica que ha tenido poder para vencer mis miedos y esclavitudes. Me hice un psicoanálisis durante 6 años de un costo económico enorme que me mostró muchas de mis ataduras, pero....hasta ahí se llega.
Estando muy lejos de la Iglesia el Señor puso un cristiano en mi vida y que frente a mis muchas dudas y
prejuicios siempre me contestó citando la Palabra de Dios y el Magisterio. Eso me caló muy hondo, era un "lenguaje desconocido" que mi corazón y mente recibieron como la Mejor Noticia.

Alabado sea Jesucristo
22/11/12 3:12 AM
Comentario de MARIA DEL MAR VIADE
Estoy buscando un buen psiquiatra católico que me ayude en una depresión fuerte que padezco. No sé que hacer ni a quién acudir. He visto varios psiquiatras que no han podido ayudarme, las medicaciones no me sientan bien, no las tolero.
Podrían darme el nombre de un buen psiquiatra católico en Barcelona o alrededores.
Ruego puedan ayudarme con esta información.
Muchas gracias
08/02/13 12:11 PM
Comentario de Jesús
Nace la Asociación católica de ayuda a enfermos mentales y a marginados
Con ámbito nacional , pretende llevar el mensaje de Cristo a los enfermos mentales y a los marginados sociales .
Pido la ayuda de la Iglesia , y veo necesario impulsar una Pastoral para enfermos mentales para llevarles , esperanza ,amor , comprensión y apoyo .
En Córdoba se pretende crear la Huerta Solidaria " Luz de Esperanza " para dar empleo a enfermos mentales y a marginados.Sería una cooperativa de agricultura ecológica y contaría con un local de venta de los productos agrarios obtenidos de la huerta solidaria.
Se pretende como objetivos , sensibilizar a la sociedad sobre la dignidad humana de estas personas , establecer una Red de Apoyo con voluntarios para atender las necesidades vitales de enfermos mentales y de marginados , integrar en la sociedad a estas personas .
Todo lo que se haga por estas personas es poco , necesitan solidaridad y justicia social , y el amor al prójimo es el eje central de la Asociación . Es una iniciativa de la caridad de Dios con los olvidados de la Tierra . Sacerdotes , fieles de toda condición social , y voluntarios con ganas de ayudar altruistamente al enfermo mental y al marginado es lo que precisa la Asociación .Si padeces una enfermedad mental o estás en situación de exclusión social no dudes de contactar con nosotros
Se pretende captar voluntarios en toda España ,y Córdoba por ser donde resido sería el centro de actuación de esta asociación católica .
Mi móvil es 639437443 y para contactar con la Asociación el email es jesusarjonapadillo@gmail.com y si están interesados en esta iniciativa les ruego se pongan en contacto conmigo. Cristo te necesita , no le falles.
Cristo está crucificado en el sufrimiento de los enfermos mentales y marginados .
Con la Asociación Católica de ayuda a enfermos mentales y a marginados se pretende llevarles el mensaje de Cristo , llevarlos a misa a diario , a cursillos de cristiandad , etc….
Los enfermos mentales padecen depresiones , ezquizofrenias , psicosis , y suelen estar muy inactivos y abandonados . Hay que darles cariño , apoyo y compresión . Ser sus amigos ,darles un empleo digno e integrarles en el mundo cristiano.
La Asociación católica de ayuda a enfermos mentales y a marginados necesita de tu ayuda , acaba de nacer , te pido que reflexiones y examines tu conciencia ante Dios .
No hacer nada por los marginados y abandonarlos es cruel e inhumano .
colaborar aunque sea el tiempo que puedas no dudes de contactar conmigo en mi email o en mi móvil 639437443 .
Dios está con nosotros y Dios bendecirá esta Asociación que dará buenos frutos.
http://luzdesperanza.blog.com.es

Un saludo
Jesús Arjona Padillo . Promotor de la Asociación Católica de ayuda a enfermos mentales y marginados ( Móvil : 639437443 )
19/06/13 8:13 PM
Comentario de Alejandro Holzmann
Padre José María:
En caso de que no le haya llegado por Gratis Date, le envío por aquí el video con la conferencia de Pablo Verdier. Es sencillamente magistral.
Paz y bien,
AHK.

PD. No me permite enviar la dirección exacta del video, pero podrá usted encontrarlo en el sitio web del Instituto del Verbo Encarnado, o bien, en Gloria.tv.
17/08/13 9:41 PM
Dejar un comentario

Tu dirección email NO será mostrada en este sitio.
(Los saltos de línea se conviertan a <br />)
(Nombre, email y página web)
  • No se aceptan los comentarios ajenos al tema, sin sentido, repetidos o que contengan publicidad o spam. Tampoco comentarios insultantes, blasfemos o que inciten a la violencia, discriminación o a cualesquiera otros actos contrarios a la legislación española, así como aquéllos que contengan ataques o insultos a los otros comentaristas, a los bloggers o al Director.
  • Los comentarios no reflejan la opinión de InfoCatólica, sino la de los comentaristas. InfoCatólica se reserva el derecho a eliminar los comentarios que considere que no se ajusten a estas normas.

Uno de los nuestros

Lo que nuestros bloggers leen
El equipo de InfoCatólica comparte con sus lectores los buenos momentos, tesoros descubiertos, decepciones y todo lo que pueden dar de sí los libros. Es más que un blog de recomendaciones, y, por supuesto, mucho menos que una sección comercial o patrocinada.
Esperamos que resulte útil, ameno e interesante. Se puede enviar cualquier duda, sugerencia o queja a director@infocatolica.com

Relación psicología , religión.

Entrevista al Dr. Martín Echavarría: Director de Estudios de Psicología, Universidad Abat Oliba, España.



En la actualidad es difícil plantear una psicología intrínsecamente cristiana, que en sus fundamentos, contenidos y métodos sea en todo fiel al mensaje cristiano y constituya una herramienta eficaz para la perfección humana. Los intentos por lograr estos objetivos han inquietado a numerosos pensadores y ha suscitado no pocas polémicas en medio de una cultura secularizada, pues se trata de aspirar a una psicología que lleve a las personas al encuentro de la verdad sobre sí mismos y su realidad, basados en una recta visión del hombre, como unidad psicobioespiritual. Los psicólogos católicos consideran que el ejercicio de la profesión no puede limitarse sólo a un tratamiento psíquico, sino que debe orientarse a mirar el problema de fondo, que involucra la relación de la persona con Dios.

Respecto a este tema conversó con Areópago el Dr. Martín Echavarría, Licenciado en Psicología y Filosofía de la Pontificia Universidad Católica de Argentina (1997), Doctor en Filosofía del Ateneo Pontificio Regina Apostolorum de Roma (2004) y actual Director de Estudios de Psicología de la Universitat Abat Oliba, en Barcelona, España.

¿Cuáles son los elementos que desde la psicología y la filosofía entran en juego a la hora de hablar de evangelizar la cultura?
La filosofía juega un papel muy importante en el diálogo entre razón y fe, por lo tanto, la filosofía sirve de mediadora entre la fe, la teología y las disciplinas científicas particulares, de manera especial las ciencias sociales y las ciencias humanas. Evangelizar en esos ámbitos significa tener en cuenta la antropología filosófica, la filosofía moral, etc. El papel de la filosofía es muy claro y es un papel que hay que fomentar. Sería bueno que las universidades católicas tuvieran la Filosofía no sólo como carrera sino en todos los estudios, con una formación filosófica sistemática.
La psicología juega un papel a otro nivel, vivimos en una sociedad muy secularizada, para bien o para mal, mucha gente que recurría al sacerdocio ya no recurre más, incluso gente con fe y sin fe, y ahí el papel del psicólogo católico: no solamente es seguir a nivel del trastorno psíquico si lo hay, sino muchas veces debemos enderezar la vida de la persona hasta que reconozca la necesidad de un “tratamiento espiritual” a su verdadero problema de fondo que es su relación con Dios.
¿Es posible mantener una relación entre psicología y religión? Hay quienes cuestionan esa relación…

Es un prejuicio lamentablemente muy extendido, hay quienes lo hacen con buena intención de una mala intelección de la distinción entre razón y fe, saber natural y teología. La distinción no implica una separación sobre todo en la comprensión del hombre concreto y eso es lo que intenta la psicología práctica, por lo menos. La otra cosa es una psicología práctica académica, el estudio de la percepción. Yo creo que allí se puede hacer abstracción del tema de la gracia, del tema de la fe, en la comprensión del hombre concreto cuyos problemas vitales y existenciales que pone ante el psicólogo son, en última instancia, problemas que no tienen solución radical y profunda sino desde una relación con Dios, y la relación es clara. Hay temas que son muy técnicos, y más técnicos no quiere decir que no tengan una dimensión humana y teológica también, si es el caso de la fobia, la ansiedad, etc. Tal vez hay una vía muy técnica y muy concreta de ayudar a resolver esto, sin negar que hay una perspectiva teológica dependiendo del tema. La gente va al psicólogo por mucho más que resolver un problema concreto, va porque no tiene orientación en la vida, porque se siente frustrada, quiere autorealizarse y necesita alguien que le ayude a empinarse a sí misma para desarrollarse mejor. Y aquí es clara la necesidad, por parte del psicólogo, de la formación teórica y práctica muy honda desde el punto de vista cristiano.

¿Cuáles son los elementos de la tradición cristiana necesarios para el desarrollo de una Psicología “fiel” al pensamiento cristiano?

Magisterio pontificio sobre la psicología hay muy poco, Pablo VI tiene algunas alocuciones a los psicólogos, Juan Pablo II tiene varias intervenciones en ese sentido. Hay tres puntos que son claves y que han mencionado tanto Pío XII como Juan Pablo II, que son: la conciencia de la dignidad de la persona, que se basa en que el hombre ha sido creado por Dios, a imagen y semejanza suya, y ahí en los detalles se derivan muchas consecuencias importantes para la psicología. El segundo elemento es que la humanidad está caída por el pecado original, por lo cual existen consecuencias muy concretas y dramáticas para la vida de la persona a nivel de sus emociones, de sus relaciones con los demás, de su unidad y equilibrio psicológico, unidad entre su parte emocional y su razón, de sus creencias. Y el tercer elemento es que podemos recibir la gracia de Dios, la gracia santificante tiene un efecto elevante, pero primero que nada sanante, la gracia sana nuestra naturaleza, sana nuestros desequilibrios emocionales, todos recibimos inicialmente la gracia en la sustancia, en el alma como decía Santo Tomás, pero desde allí la gracia deriva, emana como un torrente hacia nuestras facultades, hacia nuestros actos y toda nuestra vida, y cambia verdaderamente la vida. Como decía Pío XII, sin los datos que mencionaba antes, la personalidad cristiana resulta incomprensible y la psicología, sobre todo la aplicada, se expone a incomprensiones y errores. Si ignoramos los efectos concretos que estas realidades tienen en la vida psíquica, concreta y que experimentamos todos los días en los hombres, realidades que conocemos por Revelación, no las podríamos comprender.

El psicoanálisis tiene profundas implicancias filosóficas y culturales, que ha generado diversas confusiones en diferentes ámbitos de la vida cristiana. ¿Cómo contrarrestar tal influencia?
Yo creo que el análisis subjetivo del pensamiento, por lo menos de Freud, muestra claramente la incompatibilidad de su pensamiento con la visión cristiana del hombre. Creo que las vías son muchas y la principal es la de la formación universitaria. Si nuestras universidades católicas enseñan el psicoanálisis como la mejor psicología, la única posible, esto no se va a solucionar. La solución de este tema pasa por las universidades, por la investigación, por el estudio, por la enseñanza. Lo que pasa es que en este camino no hemos ni comenzado a andar, nos movemos en soluciones de compromiso, ponemos en las cátedras gente conocida de distintas corrientes que nos resulta confiable, como si lo que tuviéramos que hacer es optar por una corriente u optar por gente confiable, y no lo que es la tarea de la universidad (católica): repensar los temas desde sus fundamentos a la luz de la razón y de la fe. Esto en otras áreas se ha trabajado más, en educación, en derecho, en medicina, en bioética, pero en psicología esto está casi virgen.

Has escrito algunos artículos sobre el psicólogo católico Rudolf Allers. Éste plantea que el pecado es la base de la sicopatología, ¿qué piensas acerca de eso?


Allers es un autor de un período concreto del desarrollo de la psicología, y tiene muchos puntos fuertes que yo creo que merecen la pena recuperarse: en primer lugar es el único representante verdaderamente católico en la época clásica de la psicoterapia, está en un momento clave del desarrollo de la psicoterapia y psicoterapia no se entiende sino desde esa época. Fue alumno de Freud, discípulo de Adler, maestro de Frankl, en fin, estuvo en una época crucial y fue el único representante católico fiel a los principios básicos de una antropología cristiana. Creo que es un autor que merece ser destacado, merece recordarse, incluso ser una especie de emblema de un repensamiento, replanteamiento de la psicología y en particular de la psicoterapia. En segundo lugar, en algunos puntos concretos hay observaciones muy importantes, aunque muy discutidas, como por ejemplo la relación establecida por él entre el desorden moral y el desorden psicológico, lo que se llama el carácter neurótico, creo que ahí hay unas observaciones muy inteligentes que pueden ser precisadas, mejoradas, pero que poca gente ha hecho con la lucidez que ha hecho Allers.

¿Si la psicología estudia al hombre y busca darle respuesta a sus necesidades por qué crees que no tiene una antropología de base?


La psicoterapia moderna, la psicoterapia del s. XX es elaborada por médicos inicialmente, neurólogos y psiquiatras. Estos neuropsiquiatras por la mentalidad en que surge la psicoterapia, finales del s. XIX, ya han formado una mentalidad positivista, que por principio no sólo cierra e ignora lo filosófico, lo teológico, sino que lo combate. En segundo lugar, porque muchos de los autores principales están imbuidos de ideologías anticristianas, comprenden la psicoterapia como una alternativa a la guía espiritual cristiana. La psicoterapia nació en un ambiente ideológico hostil al cristianismo: ambiente positivista, formación científica de personas que son médicos y por otra parte, ya en una cuestión más voluntaria, una ideología de combate contra la antropología cristiana.

Y ese ambiente hostil continúa…por lo tanto la influencia de la psicología católica es débil...

Una influencia prácticamente nula y ambientes no sólo extracristianos. Una tarea totalmente por hacer y no se llegará a eso del todo si no llegamos a las universidades católicas porque las iniciativas individuales dependen de la fuerza individual y la fuerza individual no puede poner tiempo y dinero en proyectos de investigación que son fundamento muy necesario para una labor sistemática, coherente, y proponible de una psicología cristiana, de una psicología de verdad.

De cara a la reunión de Aparecida, como psicólogo y filósofo ¿cuáles son los puntos en los que se debería centrar el diálogo en la V Conferencia del Episcopado Latinoamericano?


Yo creo que hay un gran tema que atraviesa muchas de las áreas, es el tema de la educación católica, en colegios y particularmente de cara al futuro de la nueva evangelización, en las universidades católicas...Yo creo que ahí hay un gran tema, el de la educación católica y en particular el de las universidades católicas, porque cada vez más la tendencia será la influencia de lo académico,
y además, lo lógico es que crezca el número de personas en la universidad, por lo cual yo creo que es un punto fundamental.





Fuente: © AREOPAGO, Revista Cultural. Entrevista realizada por Ana Martínez al Dr. Martín Echavarría, Director de Estudios de Psicología, Universidad Abat Oliba, España. Mayo 2007. Comentarios imprimir Imprimir

viernes, 8 de noviembre de 2013

Perdón Dio

Mi Dios, mi Amado Salvador †
yo necesito de tu perdón y tu misericordia, ayúdame a reparar mis faltas con esta oración sincera y humilde:

1
Dios omnipotente y misericordioso,...
abre mis ojos para que descubra el mal que he hecho;
toca mi corazón, para que,
con sinceridad, me convierta a ti.
Restaura en mí tu amor,
para que resplandezca en mi vida la imagen de tu Hijo
2
Padre misericordioso y consolador,
Tú, que dijiste: «Yo quiero la conversión del pecador
y no su muerte»,
ayúdame a escuchar tu palabra,
confesar mis pecados,
darte gracias por el perdón que me otorgas.
Ayúdame a comportarme con sinceridad
en el camino del amor,
y a crecer en Cristo a través de todos los acontecimientos.

3
Señor Jesús,
cuando Pedro negó tres veces
tú lo miraste con amor misericordioso
para que llorase su pecado
y se convirtiese a ti de todo corazón,
mírame y mueve mi corazón
para que vuelva a ti
y te siga fielmente durante toda mi vida.

4
Señor, que eres justo y clemente con todos los
que te invocan.
Tú conoces mi pecado y mi injusticia.
Tú sabes también mis buenos deseos.
Escucha mi oración,
y dame la gracia de volver a ti,
por una conversión y reconciliación sinceras.

5
Señor, Dios todopoderoso,
tú eres el Padre de todos.
Tú has creado a los hombres
para que vivan en tu casa
y alaben tu gloria.
Abre mi corazón para escuchar tu voz
y, pues me he apartado de ti por el pecado,
haz que vuelva a ti de todo corazón
y te reconozca como Padre,
lleno de misericordia para todos los que te invocan.
Corrígeme para que me aparte del mal
y perdona mis pecados.
Dame la alegría de tu salvación
para que, retornando junto a ti,
me alegre en el banquete de tu casa
ahora y siempre y por los siglos de los siglos

6
Señor:
sabes mis indecisiones y mis cansancios;
ahora mismo quisiera empezar y no me atrevo;
muchas veces me confieso por rutina,
pero hoy no quisiera que fuese así.
Dame la gracia
de conocerme tal como soy,
de profundizar en mis intenciones últimas,
de descubrir las raíces de mis pecados.
de arrepentirme de veras.
Haz que, de tu mano,
recorra el camino de la penitencia,
para llegar a ti, renovado sinceramente.

7
Oh Dios, que me llamas de las tinieblas a tu luz,
de la mentira a la verdad,
de la muerte a la vida;
infunde en mí tu Espíritu Santo
que abre el oído
y fortalece el corazón,
para que perciba mi vocación cristiana
y avance decididamente por el camino
que me conduce a la verdadera vida cristiana.

8
Absuélveme, Señor,
de todos mis pecados.
Concédeme el perdón de mis culpas,
para que te sirva con espíritu libre.

9
Señor, Dios nuestro,
que no te dejas vencer por las ofensas de los hombres
y te aplacas con su arrepentimiento.
Mírame, pues soy pecador,
y concédeme celebrar los sacramentos de tu misericordia.
Haz que sea capaz de corregir mi vida,
para poder gozar de las alegrías eternas.

10
Señor Dios nuestro.
Me duele haberte ofendido
y haber hecho daño a mis hermanos.
Concédeme una sincera conversión y suscita en mí
el amor a ti y al prójimo.

11
Señor Jesucristo.
por tu pasión y por tu cruz me has redimido
y me has dado ejemplo de paciencia y de caridad.
Me duele haberte ofendido y haber sido negligente
en tu servicio y en el de mis hermanos.
Concédeme una sincera conversión V suscita en mí
el amor a ti y al prójimo.

12
Señor, Espíritu Santo.
Tú nos hablas en la Iglesia
y en lo más profundo de la conciencia,
moviendo nuestros corazones a obrar el bien.
Me duele haberte ofendido
con mi desobediencia y dureza de corazón.
Concédeme una sincera conversión y suscita en mí
el amor a ti y al prójimo.

13
Señor Dios, tú conoces todo.
Conoces también mi sincera voluntad
de servirte mejor a ti y a mis hermanos.
Mírame y escucha mis súplicas.
Concédeme la gracia de una verdadera conversión.
Suscita en mí el espíritu de penitencia
y confirma mis propósitos.
Perdona mis pecados y sé indulgente con mis defectos.
Llena mi corazón de espíritu de confianza y generosidad.
Hazme discípulo fiel de tu Hijo
y miembro vivo de su Iglesia.

Señor Jesús, Tú moriste por mí en la cruz para librarme de mis pecados. ¡Ayúdame a reconocerlos y a pedirte perdón con un corazón humilde! ¡Dame la gracia de perdonar a los demás como Tú me perdonaste a mí!

Como trasmitir la palabra de Dios. En este mundo tan hostil.

Cómo se evangeliza. O sea, ser misioneros.


No hace falta ser sacerdote o  monja, parav misionar.

Con aprender lo que nos dice Jesús, podemos consolarnos en este mundo tan hostil.


ACTITUDES PARA LA MISIÓN    22

AL ESTILO DE JESÚS GUIADOS POR DEL PAPA FRANCISCO:

uando Jesús envió a sus discípulos a anunciar la Buena Noticia del Reino, les dio varios consejos: que no fueran solos, que no llevaran muchas cosas para el camino, que siempre ofrecieran la paz y que hicieran el bien constantemente. Estas son actitudes que siempre tenemos que recordar y además fijarnos en las suyas para ser discípulos seguidores de sus huellas.
De la misma manera, cuando el Papa Francisco era nuestro obispo arquidiocesano, el Cardenal Bergoglio, constantemente nos aconsejaba con sus palabras y su ejemplo. Y hoy día lo sigue haciendo como Pastor de todo el Pueblo de Dios. Por eso vamos a recordar algunos de sus consejos para que nuestra misión tenga el sello de una Iglesia humilde, fraterna y servidora:

1. Conducidos por el Espíritu:

“Evangelizar es la misión de la Iglesia, no sólo de algunos, sino la mía, la tuya, nuestra misión. El apóstol Pablo exclamaba: «¡Ay de
mí si no anuncio el Evangelio!»1
sobre todo con la vida.
Cada uno debe ser evangelizador,
“Evangelizar... es la dicha y vocación propia de la Iglesia, su identidad más profunda. Ella existe para evangelizar.”2
“¿Quién es el verdadero motor de la evangelización en nuestra vida y en la Iglesia? Pablo VI escribía con claridad: «El Espíritu Santo es quien, hoy igual que en los comienzos de la Iglesia, actúa en cada evangelizador que se deja poseer y conducir por Él, y pone en los labios las palabras que por sí solo no podría hallar, predisponiendo también el alma del que escucha para hacerla abierta y acogedora de la Buena Nueva y del reino anunciado.»3
“Es necesario una vez más abrirse al horizonte del Espíritu de Dios, sin tener miedo de lo que nos pida y dónde nos guíe. ¡Encomendémonos a Él! Él nos hará capaces de vivir y testimoniar nuestra fe, e iluminará el corazón de quien encontremos.”
“Renovemos cada día la confianza en la acción del Espíritu Santo, la confianza en que Él actúa en nosotros, Él está dentro de nosotros, nos da el fervor apostólico, nos da la paz, nos da la alegría.”

Referencias:         1 - 1º Cor 9, 16
2 - Pablo VI, Evangelii Nuntiandi, 14
3 - Pablo VI, Evangelii Nuntiandi, 75


Ficha 6      1
2. Dejándonos “misericordear”:                                                23
“Es hermoso, esto de la misericordia, esta palabra cambia todo. Es lo mejor que podemos escuchar: cambia el mundo. Un poco de misericordia hace al mundo menos frío y más justo. Necesitamos comprender bien esta misericordia de Dios, este Padre misericordioso que tiene tanta paciencia
...Recordemos al profeta Isaías, cuando afirma que, aunque nuestros pecados fueran rojo escarlata, el amor de Dios los volverá blancos como la nieve.
“Dios nunca se cansa de perdonar. Nunca. El problema es que nosotros nos cansamos, de pedir perdón. Él jamás se cansa de perdonar, pero nosotros, a veces, nos cansamos de pedir perdón. No nos cansemos nunca, no nos cansemos nunca. Él es Padre amoroso que siempre perdona, que tiene ese corazón misericordioso con todos nosotros. Y aprendamos también nosotros a ser misericordiosos con todos.”
“Aunque pueda parecer una herejía, ¡más difícil que amar a Dios es dejarse amar por Él!, el modo de restituir a Él tanto amor es abrir el corazón y dejarse amar.”

3. Con la luz de la esperanza:

“¿Qué misión tiene este Pueblo de Dios? La de llevar al mundo la esperanza y la salvación de Dios: ser signo del amor de Dios que llama a todos a la amistad con Él; ser levadura que hace fermentar toda la masa, sal que da sabor y preserva de la corrupción, ser una luz que ilumina.”
“En nuestro entorno, basta con abrir un periódico y vemos que la presencia del mal existe, que el Diablo actúa. Pero quisiera decir en voz alta: ¡Dios es más fuerte! Y, ¿saben por qué es más fuerte? Porque Él es el Señor, el único Señor.”
“La realidad a veces oscura, marcada por el mal, puede cambiar si nosotros llevamos a ella la luz del Evangelio sobre todo con nuestra vida. Si en un estadio —pensemos en el de San Lorenzo en Buenos Aires—, en una noche oscura, una persona enciende una luz, se vislumbra apenas; pero si los más de setenta mil espectadores encienden cada uno la propia luz, el estadio se ilumina.”
“Hagamos que nuestra vida sea una luz de Cristo; juntos llevaremos la luz del Evangelio a toda la realidad.”

4. Custodiando su Palabra:

Custodiar la Palabra de Dios quiere decir abrir nuestro corazón a ella, como la tierra se abre para recibir la semilla. La Palabra de Dios es semilla y se siembra. Y Jesús nos dijo lo que sucede con la semilla. Algunas caen a lo largo del camino, vienen los pájaros y las comen. Esto sucede cuando no se custodia la Palabra. Significa que ciertos corazones no saben recibirla. Sucede también que otras semillas caen en una tierra con muchas piedras y la semilla no logra echar raíces y muere, es decir, cuando no somos capaces de custodiarla porque no somos constantes; y cuando llega una tribulación nos olvidamos de ella.

2   Ficha 6
“La Palabra cae también en tierra no preparada, donde hay espinas, y al 24
final muere porque no se la custodia. Pero, ¿qué son las espinas? Lo dice
Jesús mismo: «El apego a las riquezas, los vicios, todas estas cosas». “Custodiar la Palabra de Dios es recibirla en nuestro corazón. Pero es
necesario preparar nuestro corazón para recibirla. Meditar siempre sobre
lo que nos dice esta Palabra hoy, mirando lo que sucede en la vida. Leer la vida con la Palabra de Dios: esto significa custodiar.”
“Pero significa también hacer memoria. La memoria es una custodia de la Palabra de Dios, nos ayuda a custodiarla, a recordar todo lo que el Señor ha hecho en mi vida, todas las maravillas de la salvación.”
5. Rezando y haciendo rezar:

“Una Iglesia que evangeliza debe partir siempre de la oración, de pedir, como los Apóstoles en el Cenáculo, el fuego del Espíritu Santo. Sólo la relación fiel e intensa con Dios permite salir de las propias cerrazones y anunciar con parresia el Evangelio. Sin la oración nuestro obrar se vuelve vacío y nuestro anuncio no tiene alma, ni está animado por el Espíritu.”
“Dejémonos guiar por Él, seamos hombres y mujeres de oración, que testimonian con valentía el Evangelio, siendo en nuestro mundo instrumentos de la unidad y de la comunión con Dios.”
“Todas las personas, en especial las que sufren, deben entrar en mi corazón, deben causar una inquietud en mí. Mi hermano sufre, mi hermana sufre; he ahí el misterio de la comunión de los santos. Ora: “Señor, mira a aquél que llora, que sufre”. Yo lo llamo “orar con la carne”: no con las ideas; rezar con el corazón.”
“Pidiendo sin cesar, orando sin desfallecer y adorando para que se nos transfigure la mirada.
6. Con Alegría:
“No podemos ser cristianos con cara de pepinos en vinagre”, dijo el Papa Francisco en una de sus homilías. Porque la alegría es la puerta para el anuncio de la Buena Noticia y a su vez la consecuencia de vivir en la fe.
“Son muchos los cristianos que no conocen la alegría. Si aprendieran a salir de sí mismos y a dar gracias a Dios, comprenderían realmente esa alegría que nos hace libres.”
“Nosotros no estamos muy acostumbrados a hablar de alegría, de gozo. Creo que muchas veces nos gustan más los lamentos. ¿Qué es la alegría? La clave para comprender esta alegría es lo que dice el Evangelio: “fue colmada de Espíritu Santo”. Es el Espíritu Santo quien nos da la alegría».
“Por eso es fundamental en este tiempo que todos expresemos con nuestro testimonio de vida la alegría de creer en Cristo. El anuncio de una “gran alegría” debe marcar el estilo y la mística de la nueva evangelización.
Sintamos en nosotros «la dulce y confortadora alegría de evangelizar». Porque evangelizar, anunciar a Jesús, nos da alegría; en cambio, el egoísmo nos trae amargura, tristeza, tira de nosotros hacia abajo; evangelizar nos lleva hacia arriba.”

Ficha 6      3
7. Con cercanía y ternura:                                                         25

“La «ciencia de la caricia» manifiesta dos pilares del amor: la cercanía y la ternura. Y Jesús conoce bien esta ciencia.”
“Cercanía y ternura son las dos maneras del amor del Señor, que se hace cercano y da todo su amor también en las cosas más pequeñas con ternura. Sin embargo se trata de un amor fuerte, porque cercanía y ternura nos hacen ver la fuerza del amor de Dios.”
“El Señor nos ama con ternura. El Señor sabe la bella ciencia de las caricias. La ternura de Dios: no nos ama de palabra; Él se aproxima y estándonos cerca nos da su amor con toda la ternura posible.”
“La misión es relación y por eso se despliega a través de la cercanía, de la creación de vínculos personales sostenidos en el tiempo. El amigo de Jesús se hace cercano a todos, sale al encuentro generando relaciones interpersonales que susciten, despierten y enciendan el interés por la verdad y el amor de Dios.”
“De la amistad con Jesucristo surge un nuevo modo de relación con el prójimo, a quien se ve siempre como hermano.”

8. Con entusiasmo:

La palabra entusiasmo tiene su raíz en el griego “en-theos”, es decir: “que lleva un dios adentro.”
El entusiasmo es la experiencia de un “Dios activo dentro de mí” para ser guiado por su fuerza y sabiduría.
Se expresa como apasionamiento, fervor, audacia y empeño. Se opone al desaliento, al desinterés, a la apatía, a la frialdad y a la desilusión.
El “Dios activo dentro” de nosotros es el regalo que nos hizo Jesús en
Pentecostés, el Espíritu Santo.
9. Con “Parresía”:

“Este es otro efecto de la acción del Espíritu Santo: la valentía, de anunciar la novedad del Evangelio de Jesús a todos, con franqueza (parresia), en voz alta, en todo tiempo y lugar.”
“Y esto sucede también hoy para la Iglesia y para cada uno de nosotros: del fuego de Pentecostés, de la acción del Espíritu Santo, se irradian siempre nuevas energías de misión, nuevos caminos por los cuales anunciar el mensaje de salvación, nueva valentía para evangelizar.”
“¡No nos cerremos nunca a esta acción! ¡Vivamos con humildad y valentía el Evangelio! Testimoniemos la novedad, la esperanza, la alegría que el Señor trae a la vida.”


4   Ficha 6
10. Custodiándonos unos a otros:                                            26

“Les quiero pedir un favor: caminemos todos juntos, cuidémonos los unos a los otros, cuídense entre ustedes, no se hagan daño; cuídense! Cuiden la vida, cuiden la familia, cuiden la naturaleza, cuiden los niños, cuiden a los viejos. Que no haya odio, que no haya peleas. Dejen de lado la envidia y no le saquen el cuero a nadie; dialoguen, vayan creciendo en el corazón y acérquense a Dios.”

11. Con preferencia por los más alejados y los que sufren:

“Porque a ellos nos envía especialmente Jesús con su mensaje: los enfermos, los ancianos, los niños, los pobres, los sin trabajo, los que han perdido seres queridos, los que están solos, todos los que viven en las periferias existenciales de nuestra ciudad: los que son ignorados, los que sufren cualquier tipo de injusticia, los que sienten que han perdido su dignidad, los que padecen alguna esclavitud social o personal, pues son los preferidos del Padre, son los que más necesitan la Buena Noticia de la Salvación.”
“Cruzar el umbral de la fe nos lleva a perdonar y saber arrancar una sonrisa, es acercarse a todo aquel que vive en la periferia existencial y llamarlo por su nombre, es cuidar las fragilidades de los más débiles y sostener sus rodillas vacilantes con la certeza de que lo que hacemos por el más pequeño de nuestros hermanos al mismo Jesús lo estamos haciendo.” (Cf. Mateo 25,40)

12. Con pobreza y gratuidad:

“La predicación evangélica nace de la gratuidad, del asombro de la salvación que llega; y eso que he recibido gratuitamente, debo darlo gratuitamente.”
“Esto se ve cuando Jesús envía a sus apóstoles y les da las instrucciones para la misión que les espera. Son indicaciones muy sencillas: no lleven oro, ni plata, ni dinero. Esta misión de salvación, como añade Jesús, consiste en curar a los enfermos, resucitar a los muertos, purificar a los leprosos y expulsar los demonios. Se trata de una misión para acercar a los hombres al Reino de Dios. Y el Señor quiere para los apóstoles sencillez de corazón y disponibilidad para dejar espacio al poder de la Palabra de Dios.”
“La frase clave de las consignas de Cristo a sus discípulos es precisamente
«gratis recibieron, den gratis»: palabras en las que se comprende toda
«la gratuidad de la salvación». Porque no podemos predicar, anunciar el Reino de Dios, sin esta certeza interior de que todo es gratuito, todo es gracia.”

Ficha 6      5
13. Escuchando y dialogando:                                                   27

“Seamos constructores de puentes y no de muros, esta es la actitud del buen evangelizador: abierto a todos, dispuesto a escuchar a todos, sin ninguna exclusión.”
“Miren a Pablo en el areópago, que anuncia a Jesucristo entre los adoradores de ídolos. Él no dice: “¡idólatras! Irán al infierno…”, sino, por el contrario, busca llegar al corazón; no condena desde el inicio, busca el diálogo: Pablo es un pontífice, constructor de puentes. Él no quiere convertirse en constructor de muros.
“Construir puentes para anunciar el Evangelio, esta es la actitud de Pablo en Atenas: hacer un puente en sus corazones, para luego dar un paso más y anunciar a Jesucristo. Pensemos sobre nuestra actitud, y si lo que nos detiene es el temor a equivocarnos, es necesario pensar que podemos levantarnos y continuar para seguir adelante; porque los que no caminan para no equivocarse comenten un error más grave.”
14. Con el lenguaje del Espíritu: la unidad en el amor

“La lengua del Espíritu, la lengua del Evangelio es la lengua de la comunión, que invita a superar cerrazones e indiferencias, divisiones y contraposiciones.”
“Deberíamos preguntarnos todos: ¿cómo me dejo guiar por el Espíritu Santo de modo que mi vida y mi testimonio de fe sea de unidad y comunión? ¿Llevo la palabra de reconciliación y de amor que es el Evangelio a los ambientes en los que vivo? ¿Qué hago con mi vida? ¿Creo unidad en mi entorno? ¿O divido, con las habladurías, las críticas, las envidias?”
“Pensemos en esto. Llevar el Evangelio es anunciar y vivir nosotros en primer lugar la reconciliación, el perdón, la paz, la unidad y el amor que el Espíritu Santo nos da. Recordemos las palabras de Jesús: «En esto conocerán todos que son discípulos míos: si se aman unos a otros».4
15. Como María:

“La Iglesia la llama: “causa de nuestra alegría”, ¿Por qué? Porque trae nuestra alegría más grande, trae a Jesús.”
“Es la Virgen quien se hace cercana y nos revela la ciencia de la ternura: Ella va en ayuda de Isabel cuando se enteró de su embarazo, ella lleva la alegría y la contagia, ella trae a Jesús al mundo hecho niño pequeño por amor.”
“Ella con su oración hace que el Espíritu Santo irrumpa. Irrumpe ese día de Pentecostés; estaba allí. Debemos rezar a la Virgen para que al traer a Jesús nos dé la gracia de la alegría y de la libertad.”

Referencias:         4 - Juan 13,35

6   Ficha 6
COMPORTAMIENTOS DE DEBEMOS EVITAR: 28



Muchas veces las actitudes y comportamientos que tenemos, poco tienen que ver con los de un auténtico testigo de Jesús resucitado. Aquí hay algunos ejemplos que pueden ilustrar y ratificar lo que queremos decir. En ellos también el Papa Francisco nos ayuda con sus consejos :

16. No improvises:

“Para ser misioneros es necesaria la formación espiritual. No basta el entusiasmo, tenemos que saber “dar razones de nuestra esperanza.” 5¿Y cómo nos preparamos?: “¡Amando cada vez más a Jesucristo!”
“Perciban la presencia del Señor en sus vidas. Él está cerca a cada uno de ustedes como compañero, como amigo, que los sabe ayudar y comprender, los alienta en los momentos difíciles y nunca los abandona. En la oración, en el diálogo con Él, en la lectura de la Biblia, descubrirán que Él está realmente cerca de ustedes.”
“Y aprendan también a leer los signos de Dios en vuestra vida. Él nos habla siempre, incluso a través de los hechos de nuestro tiempo y de nuestra existencia de cada día. Está en nosotros escucharlo para saber anunciarlo.”
17.“No te la creas”:

Nunca “te la creas”, al decir del Papa Francisco, ni te creas superior a los demás: somos los que somos por gracia de Dios. No somos ni buenos ni mejores que quienes no conocen a Cristo y para ellos somos enviados.
“Sin la humildad, sin la capacidad de reconocer públicamente los propios pecados y la propia fragilidad humana, no se puede alcanzar la salvación y tampoco pretender anunciar a Cristo o ser sus testigos. Los cristianos siempre deben recordar que la riqueza de la gracia, don de Dios, es un tesoro que se custodia en «vasijas de barro» a fin de que sea claro el poder extraordinario de Dios, del que nadie se puede adueñar.” 6
18. No selecciones al prójimo:

“El anuncio del Evangelio está destinado ante todo a los pobres, a cuantos carecen a menudo de lo necesario para llevar una vida digna. A ellos se anuncia en primer lugar el alegre mensaje de que Dios los ama con predilección y viene a visitarlos a través de las obras de caridad que los discípulos de Cristo realizan en su nombre. Antes de nada, ir a los pobres: esto es lo primero. En el momento del Juicio final, podemos leer en Mateo,
25, todos seremos juzgados sobre esto.”

Referencias:         5 - 1º Pedro 3,15                          6 - Cf. 2º Corintios 4,7

Ficha 6     7
29
“Pero algunos entonces piensan que el mensaje de Jesús está destinado a
quienes no tienen una preparación cultural. ¡No! ¡No! El Apóstol afirma con fuerza que el Evangelio es para todos, también para los doctos. La sabiduría que deriva de la Resurrección no se opone a la humana, sino que, al contrario, la purifica y la eleva. La Iglesia siempre ha estado presente en los lugares donde se elabora la cultura. Pero el primer paso es siempre la prioridad a los pobres.”
“También debemos ir a las fronteras del intelecto, de la cultura, en la altura del diálogo, del diálogo que hace la paz, del diálogo intelectual, del diálogo razonable.”
“¡El Evangelio es para todos! Esto de ir a los pobres no significa que tengamos que hacernos «pauperistas» o una especie de «mendigos espirituales». No significa esto. Significa que debemos ir hacia la carne de Jesús que sufre, pero también sufre la carne de Jesús de aquellos que no lo conocen con sus estudios, con su inteligencia, con su cultura. ¡Debemos ir allí!”
“Por eso me gusta usar la expresión «ir a las periferias», las periferias existenciales. A todos, a todos ellos, desde la pobreza física y real a la pobreza intelectual, que es real también. Todas las periferias, todos los cruces de caminos: ir ahí. Y ahí sembrar la semilla del Evangelio con la palabra y con el testimonio.”
19. “¡No se saquen el cuero unos a otros!”:

No permitamos que nos vengan con cuentos sobre vecinos, feligreses, sobre otros hermanos.
sobre otros
“¡Cuánto daño hacen las habladurías, cuánto daño! ¡Jamás chismorrear de los demás, jamás! ¡Cuánto daño acarrean a la Iglesia las divisiones entre cristianos, tomar partidos, los intereses mezquinos!”
“Pidamos a Dios: ayudanos a ser miembros del Cuerpo de la Iglesia siempre profundamente unidos a Cristo; ayudanos a no hacer sufrir al Cuerpo de la Iglesia con nuestros conflictos, nuestras divisiones, nuestros egoísmos; ayudanos a ser miembros vivos unidos unos con otros por una única fuerza, la del amor, que el Espíritu Santo derrama en nuestros corazones.”

20. No polemices ni entres en temas políticos:

Porque nuestra misión no es ir a hablar de política sino a iluminar las vidas
con la Buena Noticia de Dios,
porque todas las
opciones políticas son
limitadas y ninguna abarca toda la riqueza del Evangelio, vamos a evitar los temas conflictivos, sin entrar en discusiones inútiles, respetando los puntos de vista y jugándose por la Verdad.
“Nuestra tarea principal no es construir muros, sino puentes; es la de establecer un diálogo con todos los hombres, también con quienes no comparten la fe cristiana y hasta con «aquellos que se oponen a la Iglesia y la persiguen de varias maneras».

8   Ficha 6
30
“Son muchas las cuestiones humanas que hay que discutir y compartir, y en
el diálogo siempre es posible acercarse a la verdad, que es don de Dios, y enriquecerse recíprocamente.”
“Dialogar significa estar convencidos de que el otro tiene algo bueno que decir, dar espacio a su punto de vista, a su opinión, a sus propuestas, sin caer, obviamente, en el relativismo. Y para dialogar es necesario bajar las defensas y abrir las puertas.”
21. Nunca aceptes dinero:

Porque gratis recibimos y por eso damos gratis, para que no pierda valor lo que estamos haciendo ni sea motivo de confusión,
Para ir cambiando una imagen que mucha gente tiene de la Iglesia;
Si alguien insistiera en colaborar con la obra de la Iglesia, se les puede sugerir que lo den a Caritas o a otra institución solidaria.
22. No te dejes desanimar:

“Tenemos que decirnos la verdad: la labor de evangelizar, de llevar adelante la gracia gratuitamente no es fácil, porque no estamos nosotros solos con Jesucristo; existe también un adversario, un enemigo que quiere tener a los hombres separados de Dios. Y por eso instila en los corazones la desilusión, cuando no vemos recompensado enseguida nuestro compromiso apostólico.”
“El diablo cada día arroja en nuestros corazones semillas de pesimismo y amargura, y uno se desanima, nos desanimamos. «¡No sale! Hemos hecho esto, no sale; hemos hecho lo otro y no funciona. Y mira esa religión cómo atrae a tanta gente y nosotros no». Es el diablo que introduce esto.
“Debemos prepararnos para la lucha espiritual. Esto es importante. No se puede predicar el Evangelio sin esta lucha espiritual: una lucha de todos los días contra la tristeza, contra la amargura, contra el pesimismo; ¡una lucha de todos los días! Sembrar no es fácil. Es más bello cosechar, pero sembrar no es fácil, y esta es la lucha de todos los días de los cristianos.”
No tengas miedo al fracaso:

“Muchas veces el camino es difícil, no es fácil. Hay días de oscuridad, también días de fracaso, incluso alguna jornada de caída... uno cae... Pero piensen siempre en esto: no tengan miedo de los fracasos; no tengan miedo de las caídas.”
“En el arte de caminar lo que importa no es no caer, sino no quedarse caídos. Levantarse pronto, inmediatamente, y seguir andando.”
24. No esperes ver los frutos:

“El Evangelio es como la semilla: tu misión es lo sembrarla, la sembrás con tu palabra y con tu testimonio. Y después no hacés una estadística acerca de cómo te ha ido: la hace Dios.”
“Él hace crecer esta semilla; pero debemos sembrar con esa certeza de que el agua la da Él, el crecimiento lo da Él. Y nosotros no cosechamos: lo hará otro sacerdote, otro laico, otra laica, otro lo hará.”

Ficha 6      9
25. Que no te paralice la comodidad:                                      31
“Quiero decirles algo: En el Evangelio es tan lindo ese pasaje que nos habla del pastor que cuando vuelve al redil se da cuenta de que falta una oveja entonces   deja las 99 y va a buscarla, a buscar una. Pero, hermanos y hermanas, nosotros ahora tenemos una; ¡y nos faltan 99! Debemos salir,
¡debemos ir hacia los demás! Digámonos la verdad: tenemos sólo una,
¡somos minoría! ¿Y sentimos el fervor, el celo apostólico de ir y salir y buscar las otras 99? Esta es una gran responsabilidad y debemos pedir al Señor la gracia de la generosidad y el valor y la paciencia para salir, para salir a anunciar el Evangelio.”
“¡Ah, esto es difícil! Es más fácil quedarse en casa, con esa única oveja. Es más fácil con esa oveja, peinarla, acariciarla... pero a nosotros sacerdotes, y también ustedes cristianos, a todos: el Señor nos quiere pastores, no peinadores de ovejas; ¡pastores!”
“Y cuando una comunidad está cerrada, siempre con las mismas personas que hablan, esta comunidad no es una comunidad que da vida. Es una comunidad estéril, no es fecunda. La fecundidad del Evangelio viene por la gracia de Jesucristo, pero a través de nosotros, de nuestra predicación, de nuestra valentía, de nuestra misión.”

Pidámosle a María que nos regale sus actitudes, su presencia y su protección en este camino de Misión:
“María, mujer de la escucha,
haz que se abran nuestros oídos;
que sepamos escuchar la Palabra de tu Hijo Jesús entre las miles de palabras de este mundo;
haz que sepamos escuchar la realidad en la que vivimos, a cada persona que encontramos,
especialmente a quien es pobre, necesitado, tiene dificultades.

María, mujer de la decisión,
ilumina nuestra mente y nuestro corazón, para que sepamos obedecer a la Palabra de tu Hijo Jesús sin vacilaciones;
danos la valentía de la decisión, de no dejarnos arrastrar
para que otros orienten nuestra vida.

María, mujer de la acción,
haz que nuestras manos y nuestros pies se muevan deprisa hacia los demás, para llevar la caridad y el amor
de tu Hijo Jesús, para llevar, como tú, la luz del Evangelio al mundo. Amén.”


Escrito por el Papa Francisco.