Elaine
Aron define un rasgo de personalidad distinto que afecta a muchos, como a
una de cada cinco personas. De acuerdo con la definición de la Dra. Aron, la
Persona Altamente Sensible (
HSP,
Higly Sensitive Person) tiene un sistema nervioso
sensible, es consciente de las sutilezas en su entorno y se abruma fácilmente
cuando se encuentra en un ambiente altamente estimulante.
Además, la Dra. Aron dice que el éxito de su libro
The Highly Sensitive
Person es motivo de celebración: “Lo hemos hecho nosotros. Y nos
sorprendentemente, debido a que somos del 15 al 20% de la población- de esos son
50 millones en los EEUU. La gente altamente sensible es real, existimos, y lo
hemos demostrado. Sólo eso, ya es algo para celebrar.
Otra razón que tienen Aron y sus compañeros HSP´s para celebrar es la
aceptación del rasgo de personalidad de Persona Altamente Sensible dentro de la
corriente dominante de la psicología. Después de numerosas entrevistas a
profundidad, así como encuestas a más de mil personas, los descubrimientos de
la Dra. Aron han sido publicados en Counseling Today (Consejería Hoy),
Consejería y Desarrollo Humano (Counseling and Human Development), y en el
prestigioso Diario de Personalidad y Psicología Social. (Journal of Personality
and Social Psychology)
Eliane Aron cuenta con un doctorado en psicología clínica y una próspera
práctica en psicoterapia. Ella es la primera terapista que dice a las Personas
Altamente Sensibles cómo identificar su rasgo y para aprovecharlo en situaciones
cotidianas. Las Personas Altamente Sensibles tienen un sistema nervioso sensible
fuera de lo común - siendo un acontecimiento normal de acuerdo con Aron.
“Cerca del 15 a 20 % de la población tiene este rasgo. Eso significa que usted
es consciente de sutilezas en su entorno, una gran ventaja en muchas
situaciones. También significa que se abruma fácilmente cuando ha estado en un
ambiente altamente estimulante por mucho tiempo, bombardeado por imágenes y
sonidos hasta estar exhausto. “Siendo ella misma una Persona Altamente Sensible,
Aron asegura a otros Altamente Sensibles que ellos son completamente normales.
Su rasgo no es un defecto o síndrome, ni es una razón para presumir. Es una
cualidad/ventaja que ellos pueden aprender a usar y proteger.
Al definir a la Persona Altamente Sensible, la Dra. Aron proporciona
ejemplos de comportamientos característicos, y esos son reflejados en preguntas
típicas que ella hace a sus pacientes o en temas de entrevistas:
¿Se ve usted fácilmente sobrepasado por cosas como luces brillantes,
olores fuertes, tejidos ásperos, o sirenas cerca?
¿Se “agita” cuando tiene
muchas cosas que hacer en una corta cantidad de tiempo?
¿Considera importante
evadir películas y programas de TV violentos?
¿Durante días atareados,
necesita retiraste, ir a la cama o estar en un cuarto oscuro o algún lugar
donde pueda tener privacidad y aliviarse de la situación?
¿Descubre que es de
alta prioridad programar su vida para evadir molestias o situaciones que lo
abrumen?
¿Usted nota o le gustan perfumes, sabores, sonidos o obras de arte
delicadas y finas?
¿Tiene una vida interior rica y compleja?
¿Cuando era
niño, sus padres o maestros lo veían como sensible o tímido?
La Dra. Aron explica que en el pasado las Personas Altamente Sensibles
eran llamadas “tímidos”, “inhibidos” o “introvertidos”, “pero esas etiquetas
pierden completamente el sentido del rasgo. El treinta por ciento de las
Personas Altamente Sensibles son en realidad extrovertidos. Las Personas
Altamente Sensibles sólo se muestran inhibidas porque están muy atentos a todas
las posibilidades en una situación. Ellos hacen una pausa antes de actuar,
reflexionan sobre sus experiencias pasadas. Si éstas fueron en su mayoría
experiencias negativas, entonces sí, serán verdaderamente tímidos. Pero en una
cultura que prefiere a los confiados, audaces, extrovertidos, es perjudicial;
así como también el “estigmatizar” o “condenar” a todos los Altamente Sensibles
como tímidos cuando muchos no lo son. En
The Highly Sensitive
Person, la Dra. Aron enmarca estas palabras que “etiquetan” y su
aplicación común a las Personas Altamente Sensibles bajo una luz más positiva y
ayuda a las Personas Altamente Sensibles a usar y ver estos aspectos de su
personalidad como fuerzas más que debilidades.
La sensibilidad no es un defecto. Regularmente, muchas Personas Altamente
Sensibles son trabajadores productivos, compañeros pensativos y atentos, e
individuos intelectualmente talentosos. De acuerdo con la Dra. Aron, las
Personas Altamente Sensibles podrían contribuir mucho más a la sociedad si ellos
recibieran la clase de atención adecuada- y su bestseller nacional prueba que
ese 15-20% de la población está deseosa de empezar con buen pie a hacer valer su
rasgo de personalidad único.
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